La propuesta de ley Euro 7, que los países de la UE y los legisladores empezarán a negociar este año, endurecería los límites de emisión por parte de los automóviles de contaminantes perjudiciales para la salud, entre ellos los óxidos de nitrógeno.

La UE ha afirmado que los beneficios para la salud de la medida superarían con creces los costes, pero algunos fabricantes de automóviles han advertido de que impondría unos costes de desarrollo inviables. El jefe de Daimler Trucks, Martin Daum, por ejemplo, dijo el 10 de marzo que costaría "miles de millones" a la industria.

"Si (Euro 7) se aprueba de esta forma, significaría para Skoda Auto cerrar una planta, porque dejaríamos de producir los modelos más pequeños - Fabia, Scala, Kamiq - eso significa que 3.000 puestos de trabajo (se verían) afectados como mínimo", dijo Martin Jahn, miembro del consejo de Skoda, que forma parte de Volkswagen, en un debate televisado.

En total, más de 10.000 puestos de trabajo estarían en peligro en la República Checa, incluidos los de los proveedores de Skoda, dijo Jahn.

Los tres modelos más pequeños representaban casi un tercio de las entregas de Skoda a clientes en 2022.

Los ministros de Transporte de la República Checa, Alemania, Italia, Polonia, Portugal, Rumanía, Hungría y Eslovaquia se reunieron el lunes para debatir sus esfuerzos por cambiar la propuesta Euro 7.