La semana pasada, la Oficina del Fiscal General de Indonesia (AGO) nombró a un alto funcionario del Ministerio de Comercio y a tres ejecutivos del sector del aceite de palma como sospechosos tras abrir una investigación por corrupción.

Indonesia, el primer productor mundial de aceite de palma, exigió entre finales de enero y marzo a las empresas de aceite de palma que vendieran parte de sus exportaciones previstas a compradores nacionales, en un esfuerzo por controlar los precios del aceite de cocina en el país, en el marco de un plan denominado Obligación del Mercado Nacional.

Proporcionar pruebas de que el aceite de palma se había distribuido a nivel nacional fue el principal requisito durante ese periodo para obtener los permisos de exportación.

Los investigadores indonesios estaban examinando actualmente las conversaciones entre los sospechosos a través de sus dispositivos electrónicos, dijo el viernes el fiscal general adjunto Febrie Adriansyah.

Se negó a dar más detalles sobre la investigación, pero dijo que si se encontraban más pruebas que indicaran que otras partes estaban implicadas en la emisión ilegal de permisos de exportación, se podría nombrar a más sospechosos.

Los sospechosos se enfrentan a cargos de corrupción, dijo Febrie, que pueden conllevar una pena máxima de cadena perpetua.

El presidente Joko Widodo dijo el miércoles que quería una investigación exhaustiva de las presuntas infracciones.

El gobierno indonesio ha recibido una presión creciente de la opinión pública para que contenga el aumento de los precios del aceite de cocina, pero hasta ahora sus políticas no han logrado abordar plenamente la cuestión.

Febrie dijo que la AGO ha aumentado el número de investigadores asignados al caso para acelerar el proceso.

Por otra parte, la agencia antimonopolio de Indonesia está investigando a ocho productores de aceite de cocina por sospechas de prácticas de cártel en medio de los altos precios del aceite comestible.