Woodside Petroleum Ltd. invertirá 5.000 millones de dólares australianos (3.560 millones de dólares) en nuevos productos energéticos de aquí a 2030, con el fin de reducir las emisiones y aprovechar las fuentes de combustible más limpias.

Las empresas se orientan cada vez más hacia las nuevas energías y las fuentes renovables en su carrera por descarbonizarse para cumplir los objetivos de emisiones y reducir la dependencia de los combustibles fósiles, incluido el gas natural licuado (GNL).

La consejera delegada, Meg O'Neill, declaró en una sesión informativa para inversores que Woodside espera que el GNL "siga siendo una parte importante de la combinación energética en nuestra región durante las próximas décadas", pero destacó la importancia de las nuevas energías para apoyar los objetivos de descarbonización.

"Esperamos que a mediados de la década de 2020 esté en marcha la transición a las nuevas energías, incluida la puesta en marcha del primero de nuestros proyectos", dijo O'Neill.

Woodside, que junto con BHP Group dio el mes pasado el visto bueno definitivo a su proyecto de GNL de Scarborough, de 12.000 millones de dólares, ha anunciado ya cuatro nuevos proyectos energéticos en los últimos meses.

Entre ellos, una instalación de producción de hidrógeno y amoníaco neutro en carbono de 1.000 millones de dólares australianos en Australia Occidental, así como proyectos de hidrógeno líquido y energía solar en Estados Unidos. (1$ = 1,4047 dólares australianos) (Información de Shashwat Awasthi; Edición de Shounak Dasgupta y Shailesh Kuber)