XORTX Therapeutics Inc. ha anunciado la presentación de una solicitud de patente en virtud del Tratado de Cooperación en materia de Patentes (PCT) para obtener la protección internacional de la patente titulada “Composiciones y métodos para mejorar las terapias antivirales”. Esta patente se basa en datos clínicos retrospectivos de los socios científicos de XORTX que sugieren que una importante oportunidad terapéutica radica en abordar el metabolismo aberrante de las purinas combinado con la hiperuricemia en los pacientes con mayor riesgo de sufrir un resultado grave de la COVID-19. Desde la aparición de la COVID-19 y durante el año 2020, las pruebas acumuladas sugieren que los individuos con mayor riesgo de sufrir consecuencias más graves para la salud forman parte de un grupo que incluye individuos con obesidad, hipertensión, síndrome metabólico, resistencia a la insulina, prediabetes, diabetes o enfermedad renal crónica. Estos individuos tienen una mayor incidencia de hiperuricemia y disfunción endotelial. La inflamación sistémica de bajo grado asociada a estos estados de enfermedad y a la lesión vascular preexistente puede suprimir la capacidad de un individuo’de responder con una fuerza suficiente para combatir la infección y deja al individuo más propenso a un estado proinflamatorio y procoagulante excesivo. Esta nueva solicitud de patente propone composiciones de inhibidores de la xantina oxidasa, agentes reductores del ácido úrico y/o agentes antivirales solos o en combinación, y métodos para mejorar las terapias antivirales para el tratamiento de los individuos con mayor riesgo. Recientes publicaciones revisadas por pares sugieren que los individuos con hiperuricemia parecen tener una mayor susceptibilidad a desarrollar una sepsis más grave asociada a la infección por COVID-19. Estudios recientes sobre las infecciones por Coronavirus muestran que el SARS y el MERS, y específicamente el COVID-19, pueden ir acompañados frecuentemente de neumonía, lesión renal aguda, proteinuria y hematuria. Se ha informado de que la carga viral durante la infección está asociada a síntomas más graves. La lesión renal aguda (“AKI”) se ha identificado como un factor de riesgo independiente para la mortalidad intrahospitalaria de los pacientes’ debido al COVID-19 así como a otras infecciones por Coronavirus. La infección por COVID-19, de modesta a grave, lleva asociado un mayor riesgo de estado hiperinflamatorio, de aumento del estado procoagulante y de infección bacteriana; cada uno de ellos puede contribuir a la lesión aguda de órganos y a la muerte. Una mayor incidencia de infección bacteriana o fúngica también se asocia a una elevada mortalidad. Los resultados de estudios recientes sugieren que la disminución del ácido úrico puede inhibir la replicación del SARS-CoV-2, un hallazgo que apoya el uso clínico de agentes reductores del ácido úrico para controlar la infección por SARS-CoV-2 en los seres humanos.