Alemania planea un impulso masivo para ampliar su red de estaciones de recarga de vehículos eléctricos (VE), según anunció el martes el canciller Olaf Scholz en la feria de la movilidad IAA de Múnich.

Scholz afirmó que en las próximas semanas Alemania se convertirá en "el primer país de Europa en introducir una ley que obligue a los operadores del 80% de todas las estaciones de servicio a ofrecer opciones de carga rápida con al menos 150 kilovatios para los coches eléctricos".

Esta ampliación hará que la ansiedad por la autonomía sea cosa del pasado para los conductores de VE, añadió.

Luciendo un parche en el ojo tras un accidente haciendo footing el fin de semana, Scholz no dio un plazo para la iniciativa.

En la actualidad, la mayor economía de Europa sólo cuenta con 90.000 puntos de recarga públicos, pero su objetivo es disponer de un millón para 2030, en un esfuerzo por impulsar la adopción del VE, ya que su objetivo es la neutralidad de carbono para 2045.

Alemania contaba con cerca de 1,2 millones de vehículos totalmente eléctricos en sus carreteras a finales de abril, muy lejos de los 15 millones que se ha fijado como objetivo para 2030, según datos de la autoridad federal del automóvil KBA.

Los elevados precios, la limitada autonomía y la falta de estaciones de recarga, sobre todo en las zonas rurales, se han citado como las principales razones del retraso en las ventas de VE.

Mientras Scholz recorría la exposición, activistas de Greenpeace rodearon los vehículos expuestos y dos de ellos se colocaron encima con pancartas que decían "se acabó la fiesta".

Sobre la competencia de China en la producción de VE, Scholz dijo: "La competencia debe espolearnos, no asustarnos.

"En los años 80 se decía que los coches japoneses invadirían el mercado. Veinte años después fueron los coches 'made in Korea' y ahora supuestamente los coches eléctricos chinos", dijo, restando importancia a tales temores y manteniendo que la competitividad de los fabricantes alemanes de automóviles está "fuera de toda duda".

Los fabricantes chinos de VE, entre los que se encuentran BYD, Nio, Xpeng y Leapmotor, tienen como objetivo el mercado europeo, donde las ventas de VE se dispararon casi un 55% hasta alcanzar unos 820.000 vehículos en los siete primeros meses de 2023, lo que supone alrededor del 13% de todas las ventas de automóviles.

Mientras los fabricantes de automóviles occidentales se preocupan por la intensa competencia de sus rivales chinos, los principales proveedores de automóviles alemanes dijeron a Reuters en la feria de la movilidad que estaban ansiosos por ampliar las asociaciones existentes en China y proporcionar a esos fabricantes en ascenso piezas fabricadas en Europa. (Reportaje de Victoria Waldersee y Andreas Rinke Redacción de Friederike Heine y Sarah Marsh Edición de Miranda Murray y David Goodman)