BGI Genomics Co Ltd, que gestiona un banco de datos genéticos masivo y tiene contratos de secuenciación de ADN con empresas sanitarias y universidades de todo el mundo, y CRRC Corp, que se dedica a la fabricación y venta de equipos de tránsito ferroviario, también se encontraban entre las 13 empresas añadidas a la lista hecha pública por el Pentágono el miércoles.

El año pasado, una revisión de Reuters de documentos científicos y declaraciones de la empresa descubrió que BGI había desarrollado sus pruebas prenatales en colaboración con el ejército chino y que las utilizaba para recopilar datos genéticos para una investigación exhaustiva sobre los rasgos de las poblaciones.

"El Departamento está decidido a poner de relieve y contrarrestar la estrategia de Fusión Militar-Civil de la República Popular China, que apoya los objetivos de modernización del Ejército Popular de Liberación asegurando su acceso a tecnologías y conocimientos avanzados adquiridos y desarrollados por empresas, universidades y programas de investigación de la RPC que aparentan ser entidades civiles", declaró el Pentágono en un comunicado.

La lista prohíbe la compra o venta de valores cotizados en empresas objetivo.

Un tramo inicial de unas 50 empresas chinas que incluía al fabricante de equipos de telecomunicaciones Huawei había sido añadido a la lista estadounidense en junio del año pasado.

En ese momento, el presidente Joe Biden firmó una orden ejecutiva que prohibía a las entidades estadounidenses invertir en las decenas de empresas chinas con presuntos vínculos con los sectores de defensa o tecnología de vigilancia.

La orden pretendía impedir que las inversiones estadounidenses apoyaran el complejo militar-industrial chino, así como los programas de investigación y desarrollo militar, de inteligencia y de seguridad.

Formaba parte de una serie más amplia de medidas de Biden para contrarrestar a China, entre ellas el refuerzo de las alianzas de Estados Unidos y la búsqueda de grandes inversiones nacionales para reforzar la competitividad económica estadounidense, en medio de unas relaciones cada vez más agrias entre las dos mayores economías del mundo.