El euro se encaminaba el viernes hacia su duodécima semana récord de caídas frente al dólar, a menos que los datos sobre el empleo en Estados Unidos que se publicarán más tarde empujen a la baja al billete verde, actualmente dominante.

La divisa común europea subió por última vez una fracción en el día a 1,0575 dólares, alejándose del mínimo de 10 meses del martes de 1,0448 dólares, pero aún encaminado a un nuevo pequeño descenso semanal que convierte esa racha en la más larga desde su lanzamiento en 1999.

Los movimientos euro/dólar han estado impulsados en gran medida por el dólar, y el índice dólar, que sigue a la unidad frente a seis pares principales, aunque con el mayor peso otorgado al euro, se encamina a una duodécima semana consecutiva de ganancias.

La última vez que marcó tal hito fue en 2014.

La reciente fortaleza del dólar se ha visto apuntalada por una rápida liquidación de la deuda pública estadounidense, que ha llevado los rendimientos a máximos de varios años.

Esto se debió a una combinación de ventas por parte de algunos gestores de activos que habían mantenido posiciones sobreponderadas en bonos del Estado, el aumento de los precios del petróleo, un diluvio de oferta de bonos del Estado y corporativos, y la aceptación por parte de los inversores de que los bancos centrales mantendrán los tipos altos durante mucho tiempo, especialmente en Estados Unidos, donde los datos económicos han sido sólidos.

Otras divisas pudieron tomarse un respiro a mediados de esta semana cuando los precios de los bonos se estabilizaron, pero los datos de las nóminas no agrícolas estadounidenses (que se publicarán el viernes a las 1230 GMT) podrían cambiar esa situación.

"La pausa en la venta masiva de bonos está concediendo cierto margen de recuperación a la mayoría de las divisas frente al dólar. Sin embargo, las nóminas estadounidenses de hoy son el gran acontecimiento de la semana y una lectura fuerte podría volver fácilmente a situar a los mercados en una senda bajista y reavivar las compras agresivas de dólares", dijo Francesco Pesole, estratega de divisas de ING.

La libra, que alcanzó un mínimo de seis meses a principios de semana antes de repuntar, subía un 0,16% a 1,2211 dólares.

El yen japonés se mantuvo bajo presión, con el dólar subiendo un 0,36% frente al yen, a 149,04.

La brusca caída repentina del dólar frente al yen el martes a 147,30 avivó las especulaciones de que las autoridades japonesas podrían haber intervenido en el mercado de divisas para apuntalar al maltrecho yen, aunque los datos del Banco de Japón (BOJ) parecían sugerir lo contrario.

"Si el BOJ y/o (el Ministerio de Finanzas) intervendrán a distintos niveles... seguirá siendo una tomadura de pelo, que dependerá de los mercados de divisas más amplios y del impulso", dijo Vishnu Varathan, jefe de economía y estrategia del banco Mizuho.

En otros lugares, el franco suizo se mantuvo estable en el día a 0,9119 por dólar y el dólar australiano bajó un 0,2% a 0,6359 dólares, pero se encaminó a una caída semanal del 1,2%.