El comercio chino y los datos del gasto de los hogares japoneses están a la orden del día el martes, aunque el sentimiento de los mercados asiáticos parece que volverá a estar dirigido por el flujo y reflujo de los datos y el sentimiento en torno a los bancos estadounidenses, el crédito y la demanda de préstamos.

Las bolsas asiáticas sin Japón tuvieron el lunes su mejor día desde el 23 de marzo, el Shanghai Composite de China tuvo su mejor día en más de dos meses, Wall Street mantuvo las ganancias estelares del viernes y el crudo Brent subió por tercer día consecutivo.

Si el estado de ánimo de los mercados asiáticos el martes refleja el estado de ánimo global más amplio del lunes, hay muchas razones para esperar un aumento del apetito por el riesgo y de los activos de riesgo, a pesar de la subida del dólar y de los rendimientos del Tesoro.

La encuesta trimestral de la Fed Senior Loan Officer Opinion Survey ('SLOOS'), una instantánea de las condiciones nacionales de préstamo y crédito, no fue tan sombría como podría haber sido el caso, dada la grave tensión en el sector bancario regional desde principios de marzo.

Como indicó la semana pasada el presidente de la Reserva Federal estadounidense, Jerome Powell, las normas de concesión de préstamos se están endureciendo para las empresas de todos los tamaños. Y como señalan los analistas, las condiciones son coherentes con recesiones anteriores.

Pero no hubo signos evidentes de una contracción del crédito, lo que encaja también con los recientes datos semanales de flujo de depósitos bancarios y préstamos. El martes se publicará la encuesta de abril de la Federación Nacional de Empresas Independientes sobre las pequeñas empresas.

El informe de marzo también levantó banderas rojas, pero de nuevo, los mercados pueden necesitar pruebas de una crisis crediticia evidente si quieren marchitarse.

En su informe semestral de estabilidad financiera del lunes, la Fed afirmó que el sector bancario estadounidense parece estar bien posicionado para capear las recientes turbulencias del sector.

Varios indicadores de posicionamiento y sentimiento sugieren que los inversores son los más pesimistas sobre las acciones -especialmente Wall Street- de lo que lo han sido en años, incluso décadas. La carga de la prueba recae en gran medida sobre los osos, y cuanto más tiempo pase sin que se materialice la capitulación, más cerca estarán de tirar la toalla.

Cabía esperar que las bolsas mundiales siguieran al repunte del viernes -el más fuerte en cinco meses- con una recogida de beneficios el lunes. Subieron.

Hay razones para la cautela, por supuesto.

El presidente estadounidense, Joe Biden, y los legisladores republicanos se reúnen el martes para discutir el estancamiento del techo de la deuda. La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, volvió a afirmar el lunes que el gobierno podría quedarse sin liquidez el 1 de junio y advirtió de que el impago sería catastrófico.

Los mercados asiáticos parecen mirar los problemas bancarios y de deuda de EE.UU. con la mentalidad del "vaso medio lleno". El yen cayó frente al dólar el lunes, siempre un buen indicio de que la demanda de refugio está en horas bajas.

He aquí tres acontecimientos clave que podrían proporcionar más dirección a los mercados el martes:

- El comercio en China (abril)

- Gasto de los hogares en Japón (marzo)

- Confianza de los consumidores australianos (mayo)