Vaca Muerta es una formación masiva de esquisto en el oeste de Argentina considerada clave para impulsar el suministro de gas del país sudamericano y disminuir la necesidad de importaciones caras.
Las empresas interesadas podrán licitar los trabajos de conversión de los gasoductos existentes que transportaban gas importado para que ahora transporten los crecientes suministros nacionales en la otra dirección.
Está previsto que las obras del Gasoducto del Norte finalicen el año que viene y ahorren 2.000 millones de dólares anuales en importaciones de energía, sustituyendo los suministros de Bolivia, donde la producción ha estado flaqueando.
Massa señaló que el proyecto del gasoducto permitirá eventualmente exportar al norte de Chile, al centro de Brasil y a Bolivia.
"Esto permitirá empezar a pensar en Argentina como un exportador de energía", dijo Massa, añadiendo que el proyecto también ayudará a abastecer al sector minero y al norte de Argentina a precios seis veces más baratos que los costes actuales.
Argentina pretende aumentar la producción de Vaca Muerta, lo que, según los analistas, ayudará a revertir un déficit energético de larga data.
El desarrollo de Vaca Muerta, que cuenta con las segundas mayores reservas de gas de esquisto del mundo, se produce en un momento en que las reservas del banco central han disminuido a medida que la economía se desploma debido en gran parte a una inflación de tres dígitos.
Un tramo central del gasoducto que conecta Vaca Muera con la provincia de Buenos Aires está previsto que se complete en 40 días, mientras que un segundo tramo llegará a la provincia de Santa Fe el año que viene.
"Hoy estamos ganando soberanía energética", proclamó el presidente Alberto Fernández durante una ceremonia en la que se anunciaron los avances del gasoducto.
El líder izquierdista saliente saludó el ahorro energético total de entre 2.000 y 3.000 millones de dólares ya conseguido. (Reportaje de Eliana Raszewski; Redacción de Sarah Morland; Edición de David Alire García y David Gregorio)
