Las condiciones meteorológicas extremas que amenazan las cosechas brasileñas y la caída del año pasado en las ventas de productos químicos agrícolas son preocupaciones acuciantes para la industria de pesticidas del país en el nuevo año, dijo a Reuters un grupo de presión local.

Aunque las empresas aún están ultimando las estimaciones de ventas de agroquímicos en Brasil para 2023, Eduardo Leao, responsable de CropLife, citó unos resultados potencialmente desalentadores tras una temporada dura que siguió a dos fuertes.

"2023 fue un año realmente difícil", dijo Leao, estimando que los ingresos de las empresas cayeron entre un 20% y un 30% respecto a 2022. "Si el tiempo ayuda, si tenemos humedad en enero y principios de febrero, aún tenemos la oportunidad de tener una segunda cosecha (de grano) que no sería tan mala".

CropLife también prevé una caída de entre el 10% y el 15% el año pasado en el valor de los productos químicos para cultivos aplicados en Brasil, que el lobby del sector Sindiveg cifra en 21.700 millones de dólares en 2022.

Brasil, uno de los mayores mercados mundiales de pesticidas, es fundamental para empresas como Bayer y Basf, a las que representa CropLife.

A pesar de ser un gran mercado, sigue dependiendo de las importaciones de naciones como China e India para alrededor del 35% de los suministros, según datos gubernamentales citados por CropLife.

A finales del año pasado, se promulgó en Brasil una nueva ley destinada a agilizar el registro de pesticidas, cuyo clima tropical requiere más productos químicos para controlar las plagas.

La ley tardó 24 años en salir del Congreso y no acabó como el sector esperaba.

CropLife expresó su "sorpresa" por los vetos presidenciales a algunas de sus disposiciones, incluida una relativa a las reevaluaciones de pesticidas, que el proyecto de ley había encargado coordinar al Ministerio de Agricultura.

La versión final de la ley, por otra parte, consagró un plazo de dos años para completar el registro de nuevos pesticidas, un proceso que solía llevar hasta siete años, dijo Leao.

La nueva ley también establece penas más duras para quienes produzcan, almacenen o envíen pesticidas ilegales, una bendición para una industria que calcula que alrededor del 20% del mercado brasileño de pesticidas está formado por productos adulterados o de contrabando, según datos de CropLife. (Reportaje de Ana Mano; Edición de Nick Macfie)