Hace varios meses, la Unión Europea aprobó normas que prohíben la compra de productos vinculados con la deforestación a partir de diciembre de 2020, una medida considerada "proteccionista" por los productores de alimentos sudamericanos.

Las normas de la UE entraron en vigor en junio y las empresas tienen 18 meses para adaptarse.

Según el manifiesto firmado por los productores de soja, harina de soja y maíz de las tres naciones, las medidas del Reglamento de Deforestación de la UE (EUDR) afectan la "soberanía" y "aumentan los riesgos" para las empresas y proveedores de alimentos.

"La (decisión de la UE) es una barrera comercial disfrazada de medida ambiental que traerá impactos considerables en el costo de producción, aumento en los precios de los alimentos y causará distorsión del comercio mundial", dijeron los productores de alimentos en el manifiesto.

Brasil, Paraguay y Argentina son responsables del 51,3% de la soja y del 15,2% del maíz producidos en el mundo, según el manifiesto.

Las críticas coinciden con las conversaciones para finalizar un acuerdo comercial global entre el Mercosur, el bloque comercial sudamericano, y las naciones de la UE.

La UE y el Mercosur finalizaron las negociaciones en 2019, pero el acuerdo ha estado en suspenso debido a las preocupaciones sobre el compromiso de Brasil con la acción climática.

La Comisión Europea no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.