La caída del yen ni siquiera se vio frenada hace unas semanas por la primera subida de los tipos de interés en Japón desde 2007. En términos reales, el yen ha alcanzado su nivel más bajo desde al menos la década de 1970. Un yen más débil es una bendición para los beneficios de los exportadores japoneses y para los turistas que visitan Japón, pero pesa sobre los hogares al aumentar los costes de importación.

Yen
Fuente: MarketScreener

Hay varias explicaciones para la debilidad estructural del yen:

Los tipos de interés

Los tipos de interés y el impulso son fuerzas poderosas en los mercados de divisas. Estos dos factores juegan en contra del yen. En abril, el Banco de Japón (BoJ) mantuvo los tipos de interés japoneses a corto plazo entre el 0 y el 0,1% y no dio indicios de subidas importantes o sostenidas en el futuro. Como consecuencia, el yen se ha convertido en la divisa del G-10 con el tipo o rendimiento más bajo, y los inversores lo toman prestado a bajo precio y lo venden para comprar divisas de mayor rendimiento, haciendo bajar su precio. Estas operaciones, conocidas como carry trades, son especialmente interesantes cuando la volatilidad general del mercado es relativamente baja, como ocurre actualmente, porque la diferencia fundamental de tipos puede influir en los mercados.

Los tipos estadounidenses a corto plazo se sitúan entre el 5,25% y el 5,5%, y no se espera una reducción de los tipos estadounidenses antes de noviembre o diciembre. El diferencial de rendimiento entre la deuda pública estadounidense y la japonesa a 10 años ronda los 375 puntos básicos.

Momentum

¿Por qué cae el yen? Porque la gente lo vende. ¿Y por qué se vende? Porque está bajando. Así puede ser el bucle autocumplido del sentimiento del mercado. El yen no ha dejado de caer desde hace más de tres años y ha perdido más de un tercio de su valor desde principios de 2021, y pocos están dispuestos a interponerse en su camino.

Esta tendencia disuade a los exportadores de convertir los ingresos extranjeros en yenes. Anima a las instituciones financieras japonesas a invertir en el extranjero. Por último, ha sido una bendición para los especuladores que apuestan contra el yen, que no se han andado con chiquitas. En la semana que finalizó el 23 de abril, las posiciones cortas de los especuladores en yenes alcanzaron su nivel más alto desde 2007.

El futuro

El banco central de Japón realizó un cambio histórico al abandonar los tipos de interés negativos en marzo. Pero esta decisión fue tan sonada que no puso sobre la mesa ninguna subida importante en el futuro, lo que reforzó el deseo de los inversores de aumentar sus posiciones cortas en el yen.

La decisión del Banco de Japón de mantener su política sin cambios en su reunión de abril y de no dar ninguna pista sobre nuevas subidas pareció desencadenar una nueva oleada de ventas de yenes que llevó a la divisa, brevemente, por debajo de 160 por dólar por primera vez desde 1990.

¿Intervención?

El 29 de abril, las fluctuaciones del yen fueron impresionantes, lo que llevó a los operadores a creer que, tras semanas de amenazas de intervención, Japón había intervenido para apoyar su moneda. Masato Kanda, el principal diplomático japonés encargado de las cuestiones monetarias, declinó responder a la pregunta de si las autoridades de Tokio habían intervenido. En cualquier caso, el riesgo de intervención a estos niveles es lo suficientemente alto como para que pocos quieran oponerse al rebote del yen.

"El movimiento tiene toda la pinta de ser una verdadera intervención del BOJ y qué mejor momento para hacerlo que un día festivo en Japón, lo que significa menos liquidez en el USD/JPY y más impacto para el BOJ", dijo Tony Sycamore, analista de mercado de IG.

En términos reales

El valor de 70,25 para el índice del tipo de cambio efectivo real del yen en febrero es el más bajo desde que el Banco de Pagos Internacionales empezó a elaborar informes en 1994 y más bajo que cualquiera de las proyecciones retrospectivas del Banco de Japón, que se remontan a 1970. Esto significa que los dólares de los turistas están llegando más lejos de lo que lo han hecho en generaciones y que la industria turística está en auge. La balanza por cuenta corriente de Japón lleva 13 meses en superávit gracias a los ingresos del turismo, y los 2,79 millones de visitantes registrados en febrero supusieron un récord mensual.

Sin embargo, el consumo interno ha sido un punto débil en la frágil recuperación económica de Japón, ya que los hogares tienden a ser importadores netos y se enfrentan a precios más altos debido a la debilidad del yen. Más allá de Japón, algunos analistas opinan que la debilidad del yen amenaza con erosionar la ventaja competitiva de los productos manufacturados chinos y creen que podría estar detrás de las recientes caídas del yuan, aunque las autoridades chinas mantienen un férreo control sobre la divisa.