La media de acciones japonesas Nikkei cerró el lunes por debajo del nivel psicológicamente importante de 31.000, ya que los acontecimientos en Oriente Medio mantuvieron en vilo a los inversores, haciendo que un indicador de la volatilidad se disparara a máximos de un año.

El Nikkei cedió un 0,83% para cerrar la jornada en 30.999,55. Anteriormente se había hundido a un mínimo de dos semanas de 30.974,26, pero los vendedores se apilaron de nuevo durante los dos últimos minutos de negociación.

De los 225 componentes del Nikkei, 175 cayeron frente a 48 que subieron, con dos planos.

El índice de volatilidad del Nikkei alcanzó los 23,87 puntos, un nivel que no se veía desde el 28 de octubre.

El Topix, más amplio, bajó un 0,75%.

"La preocupación por un posible empeoramiento de las tensiones en Oriente Próximo seguirá siendo un lastre para la bolsa japonesa", afirmó Maki Sawada, estratega de Nomura Securities.

Durante el fin de semana aumentaron los riesgos de que la guerra entre Israel y Hamás se convirtiera en un conflicto más amplio, ya que Washington advirtió de un riesgo significativo para los intereses estadounidenses en la región y anunció un nuevo despliegue de defensas aéreas avanzadas.

Sin embargo, los esfuerzos diplomáticos en curso hicieron que empezaran a llegar a Gaza convoyes de ayuda, mientras que la liberación por Hamás de dos rehenes estadounidenses alentó las esperanzas de liberación de otros.

El petróleo siguió bajando desde máximos de varias semanas, lo que hizo que las acciones de recursos fueran las de peor comportamiento del Nikkei el lunes.

Pacific Metals fue el mayor bajista porcentual, con una caída del 4,83%. La refinería ENEOS se hundió un 3,01%.

Entre los 33 grupos industriales de la Bolsa de Tokio, los productores de petróleo y carbón lideraron las pérdidas al caer un 2,79%. La minería fue la siguiente, con un descenso del 2,48%, seguida de una caída del 2,22% de las empresas siderúrgicas.

Las acciones relacionadas con los chips también obtuvieron peores resultados, siguiendo los pasos de sus homólogas estadounidenses, ya que los rendimientos del Tesoro a largo plazo, en máximos de 16 años, atenuaron las perspectivas de los denominados valores de crecimiento.

Advantest cayó un 2,98% y Renesas Electronics se hundió un 2,69%.

El índice japonés Mothers de empresas de nueva creación se desplomó un 3,33%. (Reportaje de Kevin Buckland; Edición de Subhranshu Sahu y Nivedita Bhattacharjee)