La media de acciones japonesas Nikkei subió el lunes hasta un nuevo máximo de 34 años, mientras que el cierre récord del viernes del índice estadounidense S&P 500 animó el ánimo de los inversores, a pesar de los continuos signos de recalentamiento en el mercado asiático.

El Nikkei subió hasta un 1,59% hasta los 36.535,36, un nivel no visto desde febrero de 1990, antes de cerrar la sesión matinal con una subida del 1,15% hasta los 36.375,56.

El repunte fue amplio, con 185 de los 225 componentes del índice avanzando, frente a 39 bajistas y uno que se mantuvo plano.

Todos los sectores ganaron, salvo el energético, que se vio lastrado por la debilidad de los precios del crudo.

Las acciones inmobiliarias y tecnológicas fueron las que más subieron.

El viernes, el S&P 500 registró su primer cierre récord en dos años, ya que la fiebre de la IA impulsó las grandes ganancias de las acciones de chips y otros valores tecnológicos de peso, y el fabricante de servidores Super Micro Computer elevó su previsión de beneficios.

En Japón, el inversor en startups SoftBank Group, centrado en la IA, ganó un 2,54%, mientras que el fabricante de equipos de pruebas de chips Advantest, que cuenta con Nvidia entre sus clientes, subió más de un 3%.

El avance del 8,7% del Nikkei en lo que va de año lo ha colocado muy por encima de sus rivales de los mercados desarrollados, muchos de los cuales se encuentran en terreno negativo.

Sin embargo, los analistas han estado advirtiendo de un posible retroceso, ya que los indicadores técnicos sugieren que el mercado se ha sobrecalentado. El índice de fuerza relativa (RSI), por ejemplo, se sitúa en 75,3, muy por encima del nivel de 70 que señala condiciones de sobrecompra.

Las acciones japonesas han tenido un viento de cola adicional este año por el retroceso de las apuestas a un final inminente de los estímulos del Banco de Japón, especialmente tras el devastador terremoto del día de Año Nuevo en la costa oeste del país. El banco central anuncia su política el martes.

El Nikkei suele subir con un yen más débil, ya que hace que las exportaciones japonesas sean más competitivas y aumenta el valor de los ingresos en el extranjero. Sin embargo, un cambio de postura del Banco de Japón, ostensiblemente favorable al yen, no perjudicará necesariamente la subida del Nikkei, según Kelvin Wong, estratega de OANDA.

"El Nikkei 225 sigue ahora mucho más a las referencias bursátiles estadounidenses que a la cotización del dólar y el yen", afirmó Wong.

"Incluso si el Banco de Japón señala que está empezando a alejarse de la política de tipos de interés negativos mañana, creo que eso podría ser positivo para el Nikkei, porque da confianza a los participantes del mercado de que Japón no va a volver a caer en la deflación".

Aunque parece que al Nikkei le espera un retroceso a corto plazo, la tendencia alcista sigue intacta y es probable que en las próximas semanas se ponga a prueba la cota de los 37.000 puntos, según Wong.