Tras cerrar el viernes con una caída del 0,5%, hasta los 4.327 puntos, como consecuencia de los resultados mixtos de las empresas, los temores persistentes sobre el rumbo futuro de la Reserva Federal y las tensiones geopolíticas en Oriente Próximo, el índice S&P500 subió un 0,3% en las operaciones previas a la apertura. 

El único dato estadístico de la agenda es el índice manufacturero Empire State, que se publicará a las 14.30 horas. 

En términos gráficos, el S&P500 sigue en fase de consolidación horizontal. A muy corto plazo, la dirección de la salida de los 4285/4385 puntos debería ser decisiva.