El índice de precios mundiales de la agencia alimentaria de Naciones Unidas se mantuvo estable en noviembre, con la bajada de los precios internacionales de los cereales compensada por la subida de los precios de los aceites vegetales.

El índice de precios de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), que hace un seguimiento de los productos alimentarios más comercializados a nivel mundial, registró una media de 120,4 puntos en noviembre, en torno a los niveles de octubre, que fueron los más bajos desde marzo de 2021.

La lectura de noviembre supuso un descenso del 10,7% respecto al pasado noviembre.

El índice de precios de los cereales de la FAO disminuyó un 3,0% intermensual en noviembre, liderado por una fuerte caída de los precios del maíz, mientras que los del trigo bajaron un 2,4%.

Los precios del aceite vegetal, sin embargo, subieron un 3,4% respecto a octubre.

"Los precios del aceite de palma repuntaron más de un 6% en noviembre, apoyados principalmente por unas compras más activas por parte de los principales países importadores y una producción estacionalmente más baja en los principales países productores", señaló la FAO en un comunicado.

El índice de precios de los productos lácteos de la agencia subió un 2,2% respecto a octubre, impulsado por la elevada demanda de mantequilla y leche desnatada en polvo en el noreste asiático, y el aumento de la demanda antes de las vacaciones en Europa occidental.

Los precios del azúcar subieron un 1,4% intermensual en noviembre, pero su media fue un 41,1% superior a la del pasado noviembre, gracias al empeoramiento de las perspectivas de producción en Tailandia y la India.

En un informe separado sobre la oferta y la demanda de cereales, la FAO elevó su previsión para la producción mundial de cereales de este año a la cifra récord de 2.823 millones de toneladas métricas, frente a los 2.819 millones anteriores, lo que representa un incremento del 0,9% respecto a 2022.

"De cara a la próxima temporada, la siembra de la cosecha de trigo de invierno de 2024 está en curso en el hemisferio norte y, reflejando los precios más bajos de los cultivos, el crecimiento de la superficie podría ser limitado", señaló la FAO.

No obstante, el organismo prevé que las existencias mundiales de cereales aumenten un 2,7% al final de la temporada de 2024, mientras que la relación entre las existencias y la utilización de cereales se prevé en un 30,8% en 2023/24, "lo que indica un nivel general de suministro cómodo".