Es la primera vez que BlackRock, el mayor gestor de activos del mundo con 9,6 billones de dólares en activos, dice cómo podría ser su cartera en 2030 en lo que respecta a las emisiones, pero sigue siendo una expectativa más que un objetivo firme.

La previsión abarca las emisiones vinculadas al 77% de sus activos totales a finales de septiembre de 2021, unos 9,5 billones de dólares, pero excluye aquellos como los bonos municipales de los que actualmente no hay datos fiables.

Establecer un objetivo para 2030 es un requisito central para los miembros de la Iniciativa de Gestores de Activos Neto Cero (NZAMI), un grupo sectorial de gestores de dinero que pretende llegar a las emisiones netas cero en todos sus activos. BlackRock se unió a la NZAMI en marzo de 2021

Sin embargo, en la declaración del jueves, BlackRock evitó utilizar la palabra "objetivo", reiterando en cambio que el ritmo del cambio vendría determinado por la escala de la descarbonización en la economía real y las decisiones de inversión de los clientes.

"A medida que la transición avanza y los emisores y propietarios de activos continúan posicionándose frente a ella, prevemos que para 2030, al menos el 75% de los activos corporativos y soberanos de BlackRock gestionados en nombre de los clientes se invertirán en emisores con objetivos basados en la ciencia o equivalentes", decía el comunicado.

Sin embargo, Lara Cuvelier, gestora de inversiones sostenibles de la organización sin ánimo de lucro Reclaim Finance, afirmó que BlackRock debe utilizar su fuerza financiera para garantizar que las empresas realicen los recortes de emisiones necesarios para que el mundo alcance su objetivo climático.

"El mayor gestor de activos del mundo no puede salirse con la suya con compromisos vagamente definidos. Debe actuar con urgencia, especialmente con respecto a los combustibles fósiles expansionistas en la cartera de BlackRock que nos están llevando a la catástrofe climática", dijo en un comunicado.

El grueso de los activos de BlackRock se encuentra en fondos que siguen índices bursátiles y de otro tipo, que a menudo contienen empresas altamente emisoras, como las del sector del petróleo y el gas, aunque está lanzando nuevos productos alineados con el clima para los clientes que quieran cambiar.

"El papel de BlackRock en la transición es el de fiduciario de nuestros clientes. Nuestro papel es ayudarles a navegar por los riesgos y las oportunidades de inversión, no diseñar un resultado específico de descarbonización en la economía real", dijo.

La clave de ese cambio sería la acción política concertada de los gobiernos, así como los avances tecnológicos para ayudar a la descarbonización de los sectores más difíciles de eliminar, añadió.

"Las carteras de nuestros clientes -que reflejan la economía mundial- no pueden alcanzar el nivel cero neto sin una política gubernamental sostenida y coherente, avances tecnológicos acelerados y una adaptación sustancial en los modelos de negocio de las empresas", dijo.

"Estas carteras reflejarán las decisiones reguladoras y legislativas que tomen los gobiernos para equilibrar la necesidad de una energía fiable y asequible, y una descarbonización ordenada".