La hija de la azafata de Delta Air Lines se mudaba de piso y necesitaba dinero rápido para un depósito, pero no tenía suficiente en sus ahorros.

En otros tiempos, la residente de Atlanta podría haberlo puesto todo en tarjetas de crédito con altos tipos de interés. Pero esta vez, Day tenía un plan de ahorro de emergencia establecido en su lugar de trabajo por los gestores de dinero Fidelity Investments.

Day transfirió 850 dólares, su hija se mudó a su nuevo apartamento - e inmediatamente empezó a acumular de nuevo esos ahorros de emergencia, con 50 dólares de cada nómina, junto con algunos fondos complementarios adicionales de Delta.

"No tuve que preocuparme de cómo iba a hacerlo", dice Day, que empezó en la aerolínea como manipuladora de equipajes. "Cuando mi hija me necesitó económicamente, estuve ahí para ella".

La iniciativa de Fidelity, denominada "Goal Booster", forma parte de una tendencia más amplia y creciente de programas de ahorro de emergencia en el lugar de trabajo, que pueden utilizarse no sólo para gastos imprevistos como facturas médicas o reparaciones del coche, sino potencialmente para otros objetivos a corto plazo como ahorrar para unas vacaciones o el pago inicial de una vivienda.

Muchos de nosotros, abandonados a nuestra suerte, no disponemos de ahorros suficientes para hacer frente a tiempos de crisis. Casi cuatro de cada 10 estadounidenses no serían capaces de reunir 400 dólares, según el informe Bienestar económico de los hogares estadounidenses de la Reserva Federal.

Pero cuando el ahorro de emergencia se aborda a través del lugar de trabajo - por ejemplo, mediante pequeñas deducciones periódicas en la nómina, y tal vez potenciadas con aportaciones del empleador - es más probable que tengamos éxito.

"Hace unos años, la idea de ofrecer ahorros de emergencia a través del lugar de trabajo no estaba en absoluto extendida", afirma Jason Ewas, responsable de políticas del Programa de Seguridad Financiera del Instituto Aspen. "Pero ahora hay definitivamente una mayor adopción, y el impulso está creciendo".

A veces, estos programas de ahorro de emergencia están vinculados al plan 401(k) de una empresa, las llamadas cuentas 'dentro del plan', como la que ofrece el gigante del reparto UPS. O a veces son cuentas de ahorro 'fuera del plan', cada vez más ofrecidas como parte de los menús de beneficios para empleados de las empresas, de proveedores como SecureSave o Sunny Day Fund.

Entre los principales empleadores que han puesto en marcha el programa de Fidelity se encuentra Starbucks, y Whole Foods lanzará el suyo próximamente. Desde que integró las deducciones en nómina en septiembre, Fidelity ha inscrito a 10 grandes empleadores para que desplieguen esa opción a principios de 2024, y se prevé que otros 20 lo hagan a finales de año.

"Empezamos con un objetivo por defecto de 1.000 $, lo que se traduce en unos 20 $ semanales", explica Emily Kolle, vicepresidenta del programa Goal Booster de Fidelity. "Los empleados pueden bajar o subir la cifra, pero es un punto de partida fácil, ya que la idea de ahorrar entre tres y seis meses de gastos puede parecer desalentadora".

La cuenta media de la plataforma tiene unos 1.000 dólares de ahorro, afirma Kolle.

Mientras tanto, SecureSave, cofundada por la famosa gurú de las finanzas personales Suze Orman, también ha hecho grandes progresos. Actualmente, trabaja con 60 empleadores y 38.000 empleados, en organizaciones como Humana y los San Antonio Spurs.

Alrededor del 90% de sus empresas ofrecen incentivos financieros a sus empleados por participar, como primas de inscripción, aportaciones por nómina o premios por alcanzar determinados umbrales de ahorro.

POR QUÉ TIENE SENTIDO

Las ventajas del ahorro de emergencia de los empleados son múltiples: En primer lugar, que no asaltarán sus propias cuentas de jubilación en tiempos de crisis. En la actualidad, el 2,4% de los empleados retiraron fondos de sus 401(k)s por dificultades financieras en 2022, según Fidelity, una cifra récord que podría retrasar en años sus objetivos de jubilación.

Otra ventaja de disponer de efectivo de emergencia es el bienestar financiero y emocional. Un empleado abrumado por gastos repentinos está estresado, distraído, es menos productivo y más propenso al absentismo, lo que perjudica no sólo al individuo y a su familia, sino también a la empresa.

Un nuevo factor que podría sobrealimentar el ahorro de emergencia: La ley federal SECURE 2.0. A partir de este año, permite la inscripción automática en los programas dentro del plan (aunque con un tope de 2.500 dólares), lo que hace que el proceso sea más sencillo y podría disparar el número de ahorradores. En la actualidad, los programas fuera del plan están más extendidos, ya que no requieren ningún vínculo con un 401(k) del empleador.

En cuanto a Loretta Day, de Delta, ya ha podido reponer el dinero que sacó para su hija, y algo más.

"Me siento orgullosa de mí misma, porque en caso de que ocurra otra emergencia, ¿adivinen qué? Tengo dinero", afirma Day.