Christie, un antiguo aliado de Trump convertido en crítico que trató de posicionarse como el único aspirante republicano dispuesto a enfrentarse cara a cara con el pugnaz ex presidente, había sido visto como una posibilidad remota para la nominación del partido.

Desde que lanzó su candidatura en junio, Christie ha sido un elemento básico en los programas de noticias por cable ofreciendo críticas mordaces a Trump, calificándolo de no apto para el cargo y argumentando que era moralmente responsable del ataque del 6 de enero de 2021 al Capitolio de Estados Unidos.

Aunque las andanadas le granjearon a Christie una pizca de apoyo entre los republicanos que querían avanzar en una nueva dirección, el férreo control de Trump sobre los miembros más activos del partido hizo que Christie nunca subiera de un dígito bajo en las encuestas nacionales.

Su marcha elimina de la carrera al antagonista más ruidoso de Trump, aunque Nikki Haley, ex gobernadora de Carolina del Sur y ex embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, se ha mostrado cada vez más crítica con Trump en los últimos meses.

Christie, de 61 años, ha predicho en repetidas ocasiones que Trump probablemente perdería en las elecciones generales frente al presidente demócrata Joe Biden, dados los cuatro casos penales que penden sobre la candidatura del ex presidente.

Christie se presentó a las presidenciales de 2016, pero puso fin a su candidatura tras un decepcionante final en las primarias de Nuevo Hampshire y se convirtió en la primera figura importante del partido en respaldar a Trump. Ayudó a dirigir los preparativos de los debates de Trump en 2020, pero desautorizó al ex presidente tras sus falsas afirmaciones de que había ganado las elecciones de 2020.