El ministro de Economía, Samir Saeed, declaró el martes que la subida tendría repercusiones negativas para las pequeñas y medianas empresas, mientras el gobierno se enfrenta a la peor crisis económica de Túnez.

"Comprendo el afán del banco central por combatir la inflación, pero hubiera preferido que la subida no superara los 25 puntos básicos", declaró a la prensa.

Sin embargo, Abassi declaró el miércoles en una conferencia de prensa que Túnez dispone de pocas herramientas para luchar contra la inflación. "Las tasas de inflación pueden descontrolarse si no se sube el tipo de interés básico", afirmó.

Abassi dijo que se esperaba que la inflación en el país norteafricano alcanzara una media del 11% en 2023, por encima del 8,3% de 2022, cuando se realizaron dos subidas de los tipos de interés.

"La situación será difícil si Túnez no llega a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional".

Túnez busca un préstamo de 1.900 millones de dólares del FMI a cambio de reformas impopulares que incluyen recortes del gasto, la reestructuración de las empresas públicas y reducciones de los subsidios energéticos y alimentarios.

Los disturbios laborales han aumentado la presión sobre el gobierno del Presidente Saied, que se enfrenta a una creciente oposición 17 meses después de hacerse con los poderes ejecutivos en una maniobra que sus enemigos calificaron de golpe de estado.