En julio del año pasado, el peso se desplomó a un mínimo histórico de 1.050 por dólar estadounidense en reacción a una fuerte caída del precio del cobre, el principal producto de exportación de Chile, que se sumó a las preocupaciones sobre una propuesta de reforma de su Constitución favorable al mercado.

Pero el peso se recuperó en la segunda mitad de 2022 y se ha situado cerca de los 800 desde principios de este año gracias al rechazo de los cambios constitucionales, así como a una mejor demanda de metales tras la reapertura de la economía china.

Se prevé que la divisa se mantenga cerca de los 800 en los próximos meses, cotizando a 811 por dólar en un año, donde se encontraba el martes, según la estimación media de 14 expertos en divisas encuestados entre el 28 de abril y el 3 de mayo.

"Nos mantenemos constructivos sobre el peso frente a sus pares de los mercados emergentes, con los desequilibrios de Chile ajustándose en medio de un entorno mundial favorable", escribieron los estrategas de divisas de Barclays en un informe la semana pasada.

Otro factor positivo para el peso es la negativa de los legisladores a seguir adelante con una revisión fiscal ideada por el gobierno del presidente Gabriel Boric para financiar las reformas de los sistemas de pensiones y sanitario.

Del mismo modo, los desafíos técnicos y políticos podrían posponer durante años cualquier avance en la idea de Boric de nacionalizar la industria chilena del litio, que posee las mayores reservas mundiales del metal.

La medida adoptada el mes pasado por el banco central de empezar a reducir su programa de operaciones de venta de dólares a plazo "es de naturaleza bastante gradual, y creemos que debería tener un impacto limitado una vez que se asimile la noticia", dijo Barclays.

Por el contrario, las perspectivas para el peso argentino siguen empeorando, enfrentándose a una depreciación adicional del 50% hasta 450 por dólar en un año en el mercado oficial, fuertemente regulado, mientras la economía se tambalea al borde de una crisis más profunda.

En Brasil, el sentimiento hacia los planes fiscales del presidente Luiz Inácio Lula da Silva sigue siendo neutral en líneas generales, y el real brasileño cotiza un 2,0% más débil, a 5,14 por dólar a un año, frente a los 5,04 del martes.

En México, el peso caerá un 6,7% en doce meses hasta los 19,25 por dólar desde los 17,96 de esta semana, reflejando una corrección por la inflación. En lo que va de año ha ganado un 8,4%, mientras que el real ha subido un 4,9%, el peso chileno un 4,6% y el peso argentino un 21%.

(Para consultar otros artículos de la encuesta de Reuters sobre divisas de mayo: