En la carta enviada el 21 de marzo al ministro alemán de Economía, Robert Habeck, el director general de Stada, Peter Goldschmidt, afirmaba que existía el riesgo de que Kiev retirara la autorización de comercialización a la empresa.

Stada "todavía no tiene la certeza a largo plazo de que podamos vender nuestros productos en Ucrania en el futuro", decía la carta, con el asunto: "Por favor, impidan la exclusión de las empresas farmacéuticas internacionales del mercado ucraniano".

El Ministerio de Economía no hizo comentarios inmediatos sobre la carta.

Habeck prometió garantías de inversión para las empresas alemanas durante un viaje a Ucrania el martes como parte de su objetivo de acelerar la reconstrucción del país devastado por la guerra.

Goldschmidt dijo que restringir las operaciones de Stada sería malo para Ucrania.

"En el peor de los casos, esto significaría que medicamentos vitales dejarían repentinamente de estar disponibles para los pacientes ucranianos porque Stada y otros fabricantes tendrían que detener su producción y distribución", dijo.

Los medicamentos están excluidos de las sanciones occidentales contra Rusia, que es un mercado importante para Stada. Empresas farmacéuticas como Stada y sus rivales alemanas Bayer y Boehringer Ingelheim siguen suministrando medicamentos al país.

Stada dijo que había invertido más de 60 millones de euros (66 millones de dólares) en Ucrania desde 2019 con la adquisición del fabricante de medicamentos ucraniano Biopharma, que según dijo seguía siendo la mayor inversión hasta la fecha de una empresa farmacéutica extranjera en Ucrania y le permitió pasar a una producción predominantemente local.

Stada está muy interesada en mantener su presencia en Ucrania, dijo Goldschmidt a Habeck. "Por lo tanto, nos gustaría pedirle de nuevo su apoyo y señales claras en la dirección de Ucrania para fortalecer las empresas alemanas allí", añadía su carta.

(1 dólar = 0,9136 euros)