EL CAIRO, 8 abr (Reuters) -Un representante de Hamás afirmó el lunes que no se había producido ningún avance en una nueva ronda de conversaciones sobre el alto el fuego en Gaza celebrada en El Cairo, a la que también asistieron delegaciones de Israel, Qatar y Estados Unidos, poco después de que fuentes egipcias dijeran que se había avanzado en la agenda.

Las potencias occidentales han expresado su indignación por lo que consideran un número inaceptablemente elevado de víctimas civiles palestinas y una crisis humanitaria en Gaza derivada de la ofensiva militar israelí para destruir a Hamás en la pequeña y densamente poblada Gaza.

Israel y Hamás enviaron equipos a Egipto el domingo, tras la llegada el sábado del director de la CIA, William Burns, cuya presencia puso de relieve la creciente presión estadounidense en favor de un acuerdo que libere a los rehenes retenidos en Gaza y haga llegar ayuda a los civiles afectados.

"No hay ningún cambio en la postura de la ocupación y, por tanto, no hay nada nuevo en las conversaciones de El Cairo", dijo a Reuters la fuente de Hamás, que pidió no ser identificado. "Todavía no hay progresos".

El lunes, el canal de televisión Al-Qahera News, controlado por el Estado egipcio, recogió comentarios de una fuente egipcia de alto nivel que afirmaba que se habían producido avances tras alcanzarse un acuerdo entre las delegaciones participantes sobre las cuestiones que se estaban debatiendo.

Seis meses después del inicio de la ofensiva israelí contra el movimiento islamista palestino Hamás, que ha devastado Gaza y ha dejado sin hogar a la mayoría de sus 2,3 millones de habitantes, muchos de los cuales se enfrentan a la hambruna, Israel también expresó un cauto optimismo sobre las últimas negociaciones con mediadores.

En Jerusalén, el ministro israelí de Asuntos Exteriores, Israel Katz, describió las conversaciones de El Cairo como las más cercanas a un acuerdo desde la tregua de noviembre, en virtud de la cual Hamás liberó a decenas de rehenes.

"Hemos llegado a un punto crítico en las negociaciones. Si sale bien, un gran número de rehenes volverán a casa", dijo a la Radio del Ejército israelí.

Hamás secuestró a 253 personas durante el ataque transfronterizo del 7 de octubre en el sur de Israel que desencadenó la guerra. De ellas, 129 permanecen secuestradas, y los negociadores han hablado de la liberación de unas 40 en la primera fase de un posible acuerdo con Hamás.

Dos fuentes de seguridad egipcias y Al-Qahera News afirmaron que se habían producido avances en las conversaciones de El Cairo.

Las fuentes de seguridad dijeron que ambas partes habían hecho concesiones que podrían ayudar a allanar el camino para un acuerdo de alto el fuego en reuniones paralelas con mediadores el domingo.

Las concesiones se referían a la liberación de los rehenes israelíes retenidos por Hamás y a la exigencia del grupo  palestino de que los residentes desplazados regresen al norte de Gaza, añadieron, sin dar más detalles.

Se esperaba que las consultas continúen en las próximas 48 horas, informó Al-Qahera.

HAMÁS CRITICA INFLEXIBILIDAD PALESTINA

Una fuente palestina cercana a los esfuerzos de mediación dijo a Reuters que seguían encontrándose en un punto muerto por la negativa de Israel a poner fin a la guerra, retirar sus fuerzas de Gaza, permitir que cientos de miles de civiles desplazados regresen a sus hogares y levantar un bloqueo de 17 años para permitir una rápida reconstrucción.

Estos pasos tienen prioridad sobre la principal exigencia de Israel de liberar rehenes a cambio de palestinos retenidos en cárceles israelíes, afirmó esta fuente, que habló bajo condición de anonimato.

"En lo que respecta al intercambio de prisioneros, Hamás estaba y está dispuesto a ser más flexible, pero no hay flexibilidad respecto a nuestras... principales exigencias", dijo a Reuters.

Israel ha descartado poner fin a la guerra en breve o retirarse de Gaza, afirmando que sus fuerzas no cejarán hasta que Hamás deje de controlar Gaza o amenace militarmente a Israel.

El primer ministro Benjamin Netanyahu afirmó que Israel no cedería a las exigencias "extremas" de Hamás.

Pero las autoridades israelíes se han mostrado dispuestas a permitir que algunos palestinos desplazados del norte de Gaza regresen.

Hamás mató a 1.200 personas en su incursión en el sur de Israel el 7 de octubre, según estimaciones israelíes. Más de 33.100 palestinos de Gaza han muerto en la respuesta israelí, según el Ministerio de Sanidad de Gaza. Más de 600 soldados israelíes han muerto en combates en Gaza, según el ejército.

Bajo presión internacional para aliviar la crisis humanitaria de Gaza y no seguir adelante con los planes de asaltar Ráfah, una ciudad del sur repleta de un millón de desplazados, Israel dijo el domingo que había retirado más soldados del sur de Gaza.

De este modo, solo quedaba allí una brigada, pero el ministro de Defensa, Yoav Gallant, dijo que las tropas se estarían preparando para futuras operaciones militares, incluida "su próxima misión en la zona de Ráfah".

Un día después de que las fuerzas israelíes se retiraran del corazón de las zonas residenciales de la ciudad meridional de Jan Yunis tras meses de bombardeos e incursiones, autoridades sanitarias palestinas dijeron que habían recuperado ocho cadáveres más de personas muertas por disparos israelíes. El día anterior habían recuperado 12 cadáveres de entre los escombros.

Pero unos kilómetros más al sur, en la frontera con Egipto, los residentes de Ráfah, el último refugio palestino de las fuerzas terrestres israelíes, dijeron que Israel había llevado a cabo al menos cinco ataques aéreos contra partes de la ciudad, causando varios heridos.

(Información de Nidal al-Mughrabi; editado por Michael Georgy y Mark Heinrich; editado en español por Javi West Larrañaga y Tomás Cobos)