La decisión de poner fin al llamado Acuerdo de Argel amenaza con desestabilizar aún más la nación de África Occidental, asolada por el conflicto.

Argelia, que comparte con Mali una frontera de más de 1.300 km de longitud, afirmó que la decisión podría poner en peligro a toda la región.

En un movimiento aparente para establecer un nuevo proceso de paz interno, el decreto de la junta esbozaba la estructura de un comité y los pasos que debería dar para preparar las conversaciones. No dio un calendario ni dijo qué grupos quería incluir en el diálogo.

El portavoz de los rebeldes tuareg, Mohamed Elmaouloud Ramadane, declaró el sábado a Reuters que la nueva iniciativa era un "montaje" entre grupos que ya están alineados.

"Creemos que es un espectáculo, una pérdida de tiempo y un despilfarro de los recursos del Estado", afirmó.

Una alianza de grupos rebeldes tuareg reconoció el viernes en un comunicado la finalización del acuerdo de paz de 2015 y pidió a sus miembros que revisaran y actualizaran sus objetivos a la luz de la nueva situación.

Mali, en la franja meridional del desierto del Sáhara, ha estado plagado de violencia desde 2012, cuando militantes islamistas secuestraron un levantamiento de los grupos tuareg que se quejaban de la negligencia del gobierno y buscaban autonomía para la región desértica que llaman Azawad.

Los tuaregs firmaron el acuerdo de paz con el gobierno de Bamako en 2015, pero grupos militantes vinculados a Al Qaeda y al Estado Islámico han seguido matando a miles de civiles en insurgencias que se han extendido a los vecinos Burkina Faso y Níger.

El acuerdo de paz tuareg ha estado sometido a una tensión creciente desde que los militares consolidaron el poder en dos golpes de Estado en 2020 y 2021, se asociaron con el contratista militar ruso Wagner Group y echaron a las fuerzas francesas y a la misión de mantenimiento de la paz de la ONU.

Los combates entre el ejército maliense y los separatistas se han recrudecido de nuevo desde el pasado mes de agosto al disputarse las posiciones durante la retirada gradual de las fuerzas de mantenimiento de la paz de la ONU.