Los futuros de la soja estadounidense subieron por segunda sesión consecutiva el martes por compras técnicas y coberturas cortas tras registrar mínimos de varios años la semana pasada, aunque la escasa demanda y la mejora del clima en la cosecha del principal exportador, Brasil, limitaron las ganancias.

Los futuros del trigo y el maíz de Chicago cotizaron ligeramente mixtos, ya que la escasa demanda y los abundantes suministros anclaron los precios y contrarrestaron las compras técnicas y el apoyo de las coberturas cortas.

"Tuvimos un pequeño rebote técnico desde la marca de los 12 dólares (por bushel) en la soja y eso está aliviando la condición de sobreventa en el mercado", dijo Ted Seifried, estratega jefe de mercado de Zaner Group.

"Pero no se está viendo ninguna señal en el mercado de que haya una catástrofe en Brasil. No se ha visto que el USDA o la Conab hayan recortado drásticamente la cosecha brasileña... y China no está comprando soja estadounidense de forma agresiva", dijo.

Aunque los analistas han recortado las previsiones para las cosechas de soja y maíz de Brasil debido a la sequía anterior, la mejora de las lluvias podría limitar las pérdidas allí, mientras que Argentina va camino de una cosecha abundante.

La soja para marzo de la Bolsa de Comercio de Chicago (CBOT) subió 7 centavos y medio a 12,31-3/4 dólares el bushel hacia las 12:17 p.m. CST (1817 GMT) en un nuevo repunte desde la caída de la semana pasada a 12,01 dólares, que fue la más baja para un contrato más activo desde noviembre de 2021.

El maíz para marzo de CBOT bajaba 1/2 centavo a 4,45-1/4 dólares el bushel tras chocar con la resistencia superior de su media móvil de 10 días.

El trigo CBOT marzo tocó resistencia técnica en un grupo de medias móviles justo por encima del nivel de 6 dólares. Cerca del mediodía, el contrato bajaba 3/4 centavos a 5,95-3/4 dólares el bushel.

En el maíz, la atención se centraba en la siembra de la segunda cosecha anual de Brasil. Los pronosticadores esperan una menor producción de la segunda cosecha de maíz de Brasil, como reflejo de una menor superficie plantada.

Las dudas sobre la demanda china también planeaban sobre el mercado, ya que los suministros brasileños suponen una dura competencia para la soja y el maíz estadounidenses.