México vendió 1.014.680 vehículos ligeros el año pasado, según cifras del Instituto Nacional de Estadística (INEGI), después de que las ventas cayeran un 27,9% a 950.063 en 2020, un mínimo de nueve años. En 2019 se vendieron 1.3 millones de vehículos antes de la pandemia, mientras que en 2016 se registró un récord de 1.6 millones de ventas.

Fausto Cuevas, director de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), pronosticó recientemente que la producción de automóviles de México sólo volvería a los niveles anteriores a la pandemia a finales de 2023 o en 2024.

La producción de automóviles se ha visto obstaculizada en los últimos meses por una escasez mundial de semiconductores, lo que ha llevado a los fabricantes de automóviles de toda Norteamérica a aplicar paradas continuas y a frenar la producción.

Los cuellos de botella afectaron a la industria en la segunda mitad del año pasado y, durante el periodo octubre-diciembre, las ventas fueron las más débiles del cuarto trimestre desde 2010.

Los semiconductores son un componente indispensable para los fabricantes de automóviles, que los necesitan para una gran variedad de sistemas como los de seguridad, navegación y entretenimiento. Los brotes de COVID-19 en los centros de fabricación de semiconductores de Asia han ralentizado la producción.