Ottawa propuso el pasado otoño reforzar su Ley de Inversiones de Canadá (ICA) para dar a los ministros del gobierno poder para bloquear o deshacer inversiones en minerales críticos si creen que tales acuerdos amenazan la seguridad nacional. Los cambios darían esencialmente al gobierno un mayor control sobre las empresas que cotizan en la Bolsa de Toronto y se espera que se ultimen esta primavera.

Esa tensión será el tema principal de la conferencia anual de la Asociación de Prospectores y Desarrolladores de Canadá (PDAC) que se celebra esta semana en Toronto, uno de los mayores encuentros mundiales de empresas mineras y sus financieros.

Casi la mitad de las empresas mineras del mundo cotizan en Toronto y la ciudad es desde hace tiempo el principal destino de las empresas mineras junior para captar fondos, por encima incluso de las bolsas rivales de Sydney, Nueva York y Londres.

"El proceso de revisión del ICA podría ser largo e impredecible, lo que provocaría incertidumbre entre los inversores potenciales y podría dificultar aún más que las mineras junior atraigan inversiones", afirmó Stephen Payne, que dirige el equipo de energía y recursos naturales de la consultora BDO Advisory.

Los cambios se consideran en general una medida defensiva frente a China, que ha invertido 7.000 millones de dólares en el sector canadiense de los metales básicos en los últimos 20 años, según S&P Market Intelligence. Las autoridades canadienses ordenaron el pasado otoño a las empresas chinas que vendieran sus participaciones en tres empresas de litio que cotizan en Toronto, dos de las cuales están desarrollando minas fuera de Canadá.

"El efecto de estas órdenes fue espantar a los inversores y probablemente empujar al capital y a los empresarios mineros hacia otras jurisdicciones", dijo Paul Fornazzari, abogado de una de las empresas obligadas a desprenderse de sus inversores chinos.

El Ministerio de Industria de Canadá, que encabeza el cambio de normas, calificó los minerales críticos de "clave para la prosperidad futura de nuestro país."

"Estamos decididos a trabajar con las empresas canadienses para atraer inversiones extranjeras directas de socios que compartan nuestros intereses y valores", declaró un portavoz del ministro de Industria, François Philippe Champagne.

Sin embargo, las medidas enérgicas del gobierno podrían rebotar y perjudicar a Canadá, ya que la industria minera sustenta una gran parte de la economía del país, según afirman inversores y analistas.

"Sin duda, las implicaciones de una decisión de restringir una importante vía de flujo de capital deben complementarse con capital de tamaño similar y oportuno", afirmó Dean McPherson, responsable de minería mundial de la Bolsa de Toronto.

Ottawa había lanzado el año pasado planes para invertir 3.800 millones de dólares canadienses (2.790 millones de dólares) con el fin de impulsar el sector canadiense de materiales críticos y agilizar la concesión de permisos mineros.

"El gobierno tiene que ser consciente de que está creando potencialmente un vacío que hay que llenar", dijo Pierre Gratton, presidente de la Asociación Minera de Canadá, un grupo comercial de la industria.

(1 dólar = 1,3603 dólares canadienses)