La policía tunecina irrumpió el sábado en el edificio del Decanato de Abogados y detuvo a Sonia Dahmani, abogada conocida por sus feroces críticas al presidente Kais Saied, y después arrestó a dos periodistas que presenciaron el enfrentamiento, según informó un sindicato de periodistas.

Dos periodistas de la radio IFM, Mourad Zghidi y Borhen Bsaiss, fueron detenidos, declaró a Reuters un responsable del principal sindicato de periodistas del país.

El incidente fue el último de una serie de detenciones e investigaciones dirigidas contra activistas, periodistas y grupos de la sociedad civil críticos con Saied y el gobierno.

La medida refuerza el temor de los opositores a un gobierno cada vez más autoritario antes de las elecciones presidenciales previstas para finales de este año.

Dahmani fue detenida después de que esta semana dijera en un programa de televisión que Túnez es un país donde la vida no es agradable.

Estaba comentando un discurso de Saied, que dijo que había una conspiración para empujar a miles de inmigrantes indocumentados de países subsaharianos a quedarse en Túnez.

Dahmani fue citada ante un juez el miércoles bajo la sospecha de difundir rumores y atentar contra la seguridad pública a raíz de sus comentarios, pero solicitó el aplazamiento de la investigación. El juez rechazó su petición.

Decenas de abogados salieron a la calle en señal de protesta el sábado por la noche, portando pancartas en las que se leía "Nuestra profesión no se arrodillará" y "Continuaremos la lucha".

Saied llegó al poder en unas elecciones libres en 2019. Dos años más tarde se hizo con poderes adicionales cuando cerró el parlamento electo y pasó a gobernar por decreto antes de asumir la autoridad sobre el poder judicial.

Desde la revolución tunecina de 2011, el país ha conquistado más libertades de prensa y se considera uno de los entornos mediáticos más abiertos del mundo árabe.

Sin embargo, políticos, periodistas y sindicatos afirman que la libertad de prensa se enfrenta a una grave amenaza bajo el gobierno de Saied. El presidente ha rechazado las acusaciones y ha dicho que no se convertirá en un dictador.