El caso que reclama daños y perjuicios a la italiana Prysmian, la francesa Nexans y la danesa NKT para unos 30 millones de consumidores británicos fue certificado por el Tribunal de Apelación de la Competencia (CAT) el mes pasado, según una sentencia publicada el viernes.
Clare Spottiswoode, ex directora del regulador británico del gas, encabeza la demanda, que es consecuencia de la conclusión de la Comisión Europea en 2014 de que Prysmian, Nexans, NKT y otras empresas habían operado un cártel de cables eléctricos durante 10 años.
Sus abogados sostienen que las empresas cobraron de más a los operadores de redes por los cables y que esos costes se repercutieron a los consumidores, algo que los demandados niegan.
Los abogados de Prysmian, Nexans y NKT no se opusieron a que se certificara el caso de Spottiswoode en una vista celebrada el mes pasado, pero plantearon sus dudas sobre cómo podrían distribuirse los daños.
El CAT dijo que el caso debía certificarse a condición de que los abogados de Spottiswoode presentaran más propuestas sobre cómo se repartiría cualquier indemnización concedida a la clase demandante.
La demanda, por valor de hasta 790 millones de libras, incluidos los intereses, procederá ahora hacia una vista completa, aunque es poco probable que eso ocurra antes de finales de 2025 como muy pronto.
Spottiswoode manifestó en un comunicado su satisfacción por la decisión del CAT y añadió: "Se trata de un importante hito legal hacia el objetivo de la demanda de lograr justicia para los millones de clientes británicos de electricidad que sufrieron el perjudicial comportamiento anticompetitivo de las corporaciones en la cima de la cadena de suministro".
Nexans y NKT no hicieron comentarios inmediatamente. Prysmian no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.
