Para los beneficios antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones (EBITDA) de 2023, ajustados por partidas extraordinarias, la empresa "asume un descenso moderado hasta un desarrollo más o menos estable", antes de cualquier oscilación de las divisas, dijo.

Los efectos negativos del cambio de divisas supondrían probablemente un lastre adicional de entre el 1% y el 4%, añadió.

"En general, Merck asume que 2023 será un año difícil. A ello contribuirán la ralentización del mercado de semiconductores, el descenso de la demanda de Covid-19 y la persistencia de una inflación elevada", señaló en un comunicado.