El banco central de Nueva Zelanda mantuvo el miércoles el tipo de interés oficial en el 5,5%, pero señaló que la inflación seguía siendo demasiado alta y que podría ser necesario un mayor endurecimiento de la política si no cedían las presiones sobre los precios.

La decisión de mantener el tipo de efectivo estuvo en línea con las expectativas de 28 economistas en una encuesta de Reuters, todos los cuales pronosticaron que el Banco de la Reserva de Nueva Zelanda (RBNZ) dejaría el tipo de efectivo en un máximo de casi 15 años por cuarta reunión consecutiva.

"El Comité confía en que el nivel actual del OCR esté restringiendo la demanda", decía el comunicado. "Sin embargo, el actual exceso de demanda y las presiones inflacionistas son preocupantes, dado el elevado nivel de la inflación subyacente".

Los mercados interpretaron el comentario del RBNZ como de línea dura y el dólar neozelandés se disparó un 0,9% hasta los 0,6190 dólares, los tipos swap a dos años subieron 15 puntos básicos hasta el 5,23% y los futuros de las letras bancarias bajaron hasta 11 puntos.

El comunicado añadía que si las presiones inflacionistas fueran más fuertes de lo previsto, el tipo al contado probablemente tendría que subir más.

También elevó su previsión del máximo del tipo de efectivo hasta el 5,7%, una señal de que podría tener que volver a subirlo.

"Será necesario que los tipos de interés se mantengan en un nivel restrictivo durante un periodo de tiempo sostenido, para que la inflación de los precios al consumo vuelva al objetivo y para apoyar el máximo empleo sostenible", decía el comunicado.

El RBNZ fue uno de los primeros bancos centrales en retirar los estímulos monetarios de la era de la pandemia y ha subido los tipos en 525 puntos básicos desde octubre de 2021 para frenar la inflación. Se trata del endurecimiento más agresivo desde que se introdujo el tipo al contado en 1999.

La inflación anual de Nueva Zelanda ha bajado en los últimos trimestres y actualmente se sitúa en el 5,6%, con expectativas de que vuelva a su banda objetivo en la segunda mitad de 2024.

Las subidas de tipos han ralentizado bruscamente la economía, pero los datos recientes mostraron que se mantenía por encima de las expectativas del banco central.

La decisión del RBNZ es la primera desde que Nueva Zelanda eligió el mes pasado un nuevo gobierno encabezado por el primer ministro Christopher Luxon.

El nuevo gobierno de centro-derecha ha dicho que devolverá al banco central a un único mandato de objetivos de inflación, eliminando el requisito de que el RBNZ tenga en cuenta el empleo a la hora de fijar el tipo de efectivo.