El conflicto ha empujado a Estados Unidos y a algunas empresas petroleras occidentales a dejar de comprar petróleo ruso en medio de las conversaciones sobre el posible suministro de Irán, Venezuela y los Emiratos Árabes Unidos.

"Para el Grupo Orlen, la prioridad es garantizar la continuidad del funcionamiento de nuestras refinerías europeas y la seguridad energética de Polonia y de toda la región, incluyendo Lituania, Letonia, Estonia, la República Checa y Eslovaquia", dijo la empresa en un correo electrónico enviado a Reuters.

"PKN Orlen vigila la situación en Ucrania y está preparada para cualquier escenario, incluida la suspensión completa de los suministros desde la dirección oriental", añadió.

La compañía también dijo que había logrado diversificar los suministros en los últimos años, y que el crudo ruso representa la mitad de la producción de su refinería de Plock, de 330.000 barriles diarios, mientras que el resto procede de Arabia Saudí, Estados Unidos y África Occidental.

PKN Orlen opera refinerías en Polonia, Lituania y la República Checa, que procesaron 29,9 millones de toneladas de crudo en 2021.