Un vistazo a la jornada que se avecina en los mercados asiáticos. La actividad bursátil en Asia debería volver a la normalidad el martes, con China de vuelta a la actividad tras su descanso por el Año Nuevo Lunar y los mercados estadounidenses abiertos tras el festivo del Día de los Presidentes, con la atención puesta sobre todo en China y Japón.

Los inversores estarán atentos para ver si puede continuar el ascenso gradual de los mercados chinos para salir del estancamiento, y si las acciones y la divisa de Japón pueden abrirse paso hasta un territorio no visto en más de un tercio de siglo.

El calendario económico del martes es bastante ligero. El Banco de la Reserva de Australia publica las actas de su última reunión de política monetaria y el banco central de China da a conocer su última decisión sobre los tipos de interés.

Se espera que el Banco Popular de China mantenga el martes su tipo preferente de referencia a un año en el 3,45% y recorte su tipo a cinco años, actualmente en el 4,20%, entre 5 y 15 puntos básicos, hasta el 3,95%. Este último tipo influye en los tipos hipotecarios.

Las acciones chinas volvieron el lunes con un rendimiento bastante decente -el Shanghai Composite subió un 1,6% y el CSI 300 un 1,2%-, aunque teniendo en cuenta que las acciones asiáticas ganaron un 2% durante el Año Nuevo Lunar, quizá no fue tan impresionante.

Aun así, si el CSI 300 consigue cerrar al alza el martes, marcará una sexta subida consecutiva, algo que no se veía desde enero de 2023. El optimismo cauteloso parece ser el estado de ánimo predominante, que sin duda Pekín preferirá al pesimismo rotundo de los últimos tiempos.

Muchos países de Asia están experimentando un endurecimiento de las condiciones financieras, especialmente los que tienen una gran deuda externa denominada en dólares y están expuestos a los rendimientos de los bonos estadounidenses. Pero no Japón.

Con las acciones en su nivel más alto en 34 años, el yen cerca de su nivel más débil en 34 años y los rendimientos de los bonos nacionales por debajo del 1%, las condiciones financieras en Japón rara vez han sido más laxas.

El índice de condiciones financieras japonesas de Goldman Sachs se hundió la semana pasada a su nivel más bajo en 34 años. Esto subraya el nexo entre el deslizamiento del yen y el auge del mercado bursátil, y parecería ser inflacionista.

El Banco de Japón podría considerar esto como una razón para poner fin pronto a los tipos de interés negativos y llevarlos a territorio positivo por primera vez en más de ocho años.

Pero la economía acaba de entrar inesperadamente en recesión, perdiendo su posición como tercera del mundo en favor de Alemania. La demanda interna es débil y no está claro si el crecimiento salarial del año próximo será tan fuerte como el de este año.

¿Moverá pronto el Banco de Japón los tipos? ¿O intervendrá en nombre del Ministerio de Finanzas para apuntalar el yen? Es una situación delicada.

La atención podría centrarse más de lo habitual en la subasta de bonos japoneses a 20 años del martes, tras la sorprendente demanda de los fondos de pensiones en una venta a 10 años realizada recientemente. Una venta de letras a 12 meses el lunes, mientras tanto, dio como resultado el primer rendimiento positivo en una subasta desde octubre de 2014.

Estos son los acontecimientos clave que podrían proporcionar más dirección a los mercados el martes:

- Actas del banco central de Australia

- Decisión sobre los tipos de interés en China

- Comercio de Malasia (enero)