El sábado, ambas compañías dijeron que pronto todas las transacciones iniciadas con sus tarjetas emitidas en Rusia dejarán de funcionar fuera del país, mientras que las tarjetas emitidas fuera de Rusia dejarán de funcionar dentro de él.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, celebró las decisiones de las empresas en una llamada con el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskiy.

El jefe del banco central ucraniano, Kyrylo Shevchenko, declaró a Nikkei Asia que él y Zelenskiy habían instado a las dos firmas a suspender sus operaciones en Rusia para aumentar la presión sobre el régimen por su invasión de Ucrania, que Moscú califica de "operación militar especial".

Visa y Mastercard se arriesgan a perder un importante negocio procedente de Rusia, ya que ambas firmas informaron de que sus ingresos netos procedentes del país el año pasado fueron aproximadamente el 4% de sus totales.

Pero la medida también podría significar más trastornos para los rusos, que se preparan para un futuro incierto de inflación en espiral, dificultades económicas y un recorte aún mayor de los productos importados.

Sin embargo, Rusia lleva años tomando medidas para aumentar la independencia de su sistema financiero.

Creó su propio sistema de mensajería bancaria como alternativa al sistema mundial de pagos SWIFT, así como su propio sistema de pagos con tarjeta, que empezó a funcionar en 2015.

Forman parte de los esfuerzos de Moscú por desarrollar herramientas financieras propias que reflejen las occidentales para proteger al país en caso de que se amplíen las sanciones.