El grupo constructor español ACS prevé que su beneficio neto anual aumente entre un 9% y un 28% hasta 2026 con respecto a los niveles del año pasado, y que los ingresos, que proceden en gran medida de sus operaciones en Norteamérica, que incluyen autopistas de peaje, se disparen entre un 20% y un 34%.

ACS dijo a los inversores el miércoles durante una jornada de mercados de capitales que su beneficio neto debería alcanzar entre 850 millones y 1.000 millones de euros (905 millones-1.060 millones de dólares) en 2026, mientras que preveía unos ingresos de 43.000-48.000 millones de euros para entonces.

El año pasado, ACS registró un beneficio neto de 780 millones de euros sobre unos ingresos de 35.700 millones de euros. Las actividades de ACS en Norteamérica representaron el 62% de los ingresos totales en 2023.

ACS dijo que tenía la intención de ampliar sus servicios en Norteamérica y Europa para ofrecer soluciones de ingeniería para proyectos energéticos, digitales y de alta tecnología, sin dejar de centrarse en su negocio principal de infraestructuras, como las autopistas de peaje.

El consejero delegado, Juan Santamaría, dijo a los inversores que ACS espera repartir más de 2.000 millones de euros en dividendos entre 2024 y 2026.

"Esperamos duplicar nuestro valor para 2030", dijo Santamaría, proyectando una valoración de los fondos propios de unos 14.000 millones de euros.

ACS también tiene previsto invertir 1.300 millones de euros en oportunidades de infraestructuras, mientras que dispone de otros 1.200 millones de euros para gastar en futuras operaciones potenciales hasta 2026.

El consejero delegado dijo que ACS intentaría entablar conversaciones con el gobierno de Texas, que había decidido poner fin a una serie de proyectos de autopistas de peaje. Si no puede encontrar otra solución, ACS recibirá alrededor de 1.700 millones de dólares en compensación en efectivo, dijo. (1 $ = 0,9394 euros) (Reportaje de Corina Pons, redacción de Emma Pinedo, edición de Andrei Khalip y Alexander Smith)