El canciller Olaf Scholz expuso el lunes las ambiciones de Alemania de convertirse en un centro estratégico de producción de combustible sostenible para aviones y de atraer futuras inversiones para aprovechar su importancia como uno de los principales centros de fabricación de aviones de Airbus.

A principios de este mes, el Parlamento Europeo adoptó un acuerdo para establecer objetivos vinculantes para que las aerolíneas de Europa aumenten su uso de combustibles de aviación sostenibles, o SAF, que tienen emisiones netas de CO2 nulas o inferiores a las del combustible fósil queroseno.

El lunes, la empresa energética alemana HH2E anunció la creación de una empresa conjunta con el gigante logístico DHL y la sudafricana Sasol para explorar la producción de SAF impulsados por hidrógeno en Alemania. Airbus está estudiando la posibilidad de unirse al consorcio para utilizar este combustible, según HH2E.

Scholz dijo el lunes a los delegados de la Conferencia Nacional de Aviación de Hamburgo que los objetivos de la UE supondrían un reto para las empresas y que era crucial que no distorsionaran la competencia en el caso de que otros países no pertenecientes a la UE tuvieran objetivos menos rigurosos.

"En Alemania nos hemos comprometido a impulsar el mercado de estos combustibles", afirmó.

Refiriéndose al riesgo de que las industrias de altas emisiones abandonen Europa para trasladarse a regiones menos reguladas, también dijo que Alemania aboga por unas normas que permitan detectar las fugas de carbono en una fase temprana.

Los líderes del sector, como el consejero delegado de Lufthansa, Carsten Spohr, han afirmado que alcanzar los objetivos de la UE no es posible sobre la base de la producción actual de SAE, que supone una pequeña fracción del combustible de las aerolíneas.

Scholz también dijo que Alemania estaba apuntando inversiones para un posible nuevo avión que sustituya al Airbus A320 de pasillo único.

"Nos gustaría ver más inversiones en aviación, no sólo en Hamburgo, sino en toda Alemania, como parte del sucesor del Airbus A320", declaró.

Hamburgo alberga la familia A320, la más vendida de la compañía, como parte de un acuerdo histórico de reparto de trabajo con Francia, donde el fabricante de aviones franco-alemán tiene su sede. Los dos países se han peleado en el pasado por el reparto industrial.

En julio, Airbus amplió la producción de la misma serie en Toulouse, Francia, para satisfacer la creciente demanda.

Las declaraciones de Scholz subrayan el objetivo de Alemania de mantener un papel clave y el acceso a puestos de trabajo de alta tecnología cuando se introduzca la nueva generación de aviones a mediados de la próxima década.

Airbus es un símbolo de la "integración europea en tecnología avanzada", añadió.

Un portavoz de Airbus declaró que el grupo acogía con satisfacción el apoyo de Scholz a "la aviación y su trayectoria de descarbonización, tanto en términos de financiación como de apoyo normativo". (Reportaje de Andreas Rinke y Tim Hepher, Redacción de Rachel More, Edición de Friederike Heine, Barbara Lewis y Sharon Singleton)