Pero con la subida de los tipos de interés, la elevada inflación, las crecientes pérdidas de empleo y la agitación en el sector bancario aumentando las probabilidades de una recesión económica, la atención se centrará en la elasticidad de la demanda de los consumidores.

La demanda de viajes reprimida, así como la limitada capacidad de las aerolíneas debido a la escasez de aviones, piezas de repuesto y mano de obra, han permitido hasta ahora al sector evitar las consecuencias de una desaceleración de la economía en general.

La cuestión sigue siendo cuánto durará este auge de los viajes.

"Las consecuencias de las recientes turbulencias bancarias y la subida de los tipos de interés sesgan, en nuestra opinión, el riesgo a la baja", afirma Christopher Stathoulopoulos, analista de Susquehanna Financial Group.

Los directores ejecutivos de las principales compañías aéreas se apresuraron el mes pasado a tranquilizar a los nerviosos inversores después de que un aviso de beneficios de United Airlines avivara las preocupaciones sobre el poder de fijación de precios del sector.

El sector se ha estado apoyando en el aumento de la demanda de los consumidores para mitigar los mayores costes laborales y de combustible con tarifas más elevadas.

Sin embargo, Delta Air Lines, que inicia la temporada de resultados el jueves, ha dicho que sus ganancias del primer trimestre se resentirían debido a un aumento de los costes operativos tras su nuevo acuerdo contractual con los pilotos. Se espera que la aerolínea con sede en Atlanta registre un beneficio de 30 céntimos por acción.

United, con sede en Chicago, que debe comunicar sus resultados del primer trimestre la próxima semana, se inclina por registrar una pérdida de 66 céntimos por acción debido al aumento de los costes derivados de un posible acuerdo contractual con los pilotos.

Los analistas de Moody's Investors Service calculan que los gastos laborales de las aerolíneas estadounidenses aumentarán un 19% este año.

Mientras tanto, se espera que los recortes sorpresa de la producción por parte de los productores de petróleo de la OPEP+ a principios de este mes hagan subir las facturas de combustible de las aerolíneas, perjudicando sus beneficios.

"La elasticidad de los precios de la demanda a lo largo de los ciclos económicos será el árbitro último de la capacidad del sector para cubrir los costes crecientes", afirmó Moody's.