Los jueces dejaron en su lugar la decisión de un tribunal inferior contra Apple después de rechazar de forma similar en junio la apelación de la compañía a una sentencia de un tribunal inferior en un caso estrechamente relacionado que cuestionaba otras dos patentes de Qualcomm.

Qualcomm demandó a Apple ante un tribunal federal de San Diego en 2017, alegando que sus iPhones, iPads y Apple Watches infringían diversas patentes de tecnología móvil. Ese caso formaba parte de una disputa global más amplia entre los gigantes tecnológicos.

Apple impugnó la validez de las patentes en cuestión en este caso ante la Junta de Juicios y Apelaciones sobre Patentes de la Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos.

Las empresas resolvieron su pelea subyacente en 2019, firmando un acuerdo valorado en miles de millones de dólares que permitía a Apple seguir utilizando los chips de Qualcomm en los iPhones. El acuerdo incluía una licencia de Apple sobre miles de patentes de Qualcomm, pero permitía que continuaran los procedimientos de la junta de patentes.

La junta ratificó las patentes en 2020 y Apple apeló ante el Tribunal de Apelaciones del Circuito Federal de EE.UU., especializado en patentes. Apple, con sede en Cupertino (California), argumentó que tenía capacidad legal para apelar porque Qualcomm, con sede en San Diego, podría volver a demandar después de que expirara la licencia, potencialmente tan pronto como en 2025.

Un panel de tres jueces del Circuito Federal, en un fallo de 2-1, desestimó el caso el año pasado por falta de legitimación, al considerar que el riesgo de que Apple fuera demandada de nuevo era especulativo y que la impugnación no afectaría a sus obligaciones de pago en virtud del acuerdo.

Qualcomm ha vuelto a argumentar que Apple no ha demostrado un perjuicio concreto que justifique el recurso, al igual que en el caso "materialmente idéntico" que rechazó el alto tribunal.