La prohibición de importación, emitida por la Comisión de Comercio Internacional de EE.UU. (ITC), se aplica a los actuales relojes Series 9 y Ultra 2 de Apple y entró en vigor inicialmente el 26 de diciembre. Apple convenció al día siguiente a un tribunal de apelación estadounidense para que suspendiera la prohibición, y desde entonces ha reanudado la venta de los relojes mientras impugna el fallo sobre la importación. Apple había argumentado que un rediseño propuesto anularía las conclusiones de que los relojes infringen las patentes de lectura de oxígeno en sangre pertenecientes a Masimo. Apple no ha descrito públicamente el rediseño, que podría implicar una actualización del software de los relojes. La decisión de la agencia aduanera podría ser anulada si la ITC no está de acuerdo con ella. Masimo acusa a Apple de contratar a sus empleados y de robar su tecnología de pulsioximetría para utilizarla en los Apple Watch. Apple ha contrademandado, calificando las acciones legales de Masimo de "maniobra para abrir camino" a su propio smartwatch competidor. La ITC prohibió las importaciones y ventas de Apple Watches con tecnología para la lectura de los niveles de oxígeno en sangre basándose en alegaciones de que infringen dos patentes de Masimo. Apple ha incluido una función de pulsioxímetro en los smartwatches desde su Apple Watch Series 6 en 2020. Apple detuvo brevemente las ventas de sus últimos relojes Series 9 y Ultra 2 en Estados Unidos antes de Navidad debido a la decisión de la ITC, aunque siguieron estando disponibles en otros minoristas estadounidenses como Amazon, Best Buy, Costco y Walmart. El gigante tecnológico reanudó la venta de los relojes el 27 de diciembre después de que el Tribunal de Apelaciones del Circuito Federal de Estados Unidos, con sede en Washington, dijera que suspendería la prohibición mientras estudia si la apelación de Apple debe dejar en suspenso la decisión de la ITC.