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Los futuros del crudo Brent para julio subieron 16 centavos a 83,83 dólares el barril hacia las 0008 GMT. El crudo estadounidense West Texas Intermediate para junio subía 19 centavos a 79,14 dólares el barril.
Aún así, ambas referencias iban camino de registrar pérdidas semanales, ya que los inversores estaban preocupados por la perspectiva de que unos tipos de interés más altos durante más tiempo frenen el crecimiento en EE.UU., el principal consumidor mundial de petróleo, mientras que la guerra en Oriente Medio mostraba pocos signos de interrumpir el suministro mundial de crudo.
El Brent se encaminó hacia un descenso semanal del 6,3%, mientras que y el WTI avanzó hacia una pérdida del 5,6% en la semana.
La caída se produce a pocas semanas de la próxima reunión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados liderados por Rusia, denominados conjuntamente OPEP+.
Tres fuentes de los productores de la OPEP+ afirmaron que el grupo podría ampliar sus recortes voluntarios de producción de petróleo de 2,2 millones de barriles diarios más allá de junio si la demanda de petróleo no repunta, pero el grupo aún no ha iniciado conversaciones formales antes de la reunión del 1 de junio.
El mercado está ahora pendiente de los datos económicos estadounidenses y de los indicadores de la futura oferta de crudo del primer productor mundial.
El viernes, la Oficina de Estadísticas Laborales de EE.UU. publica su informe mensual de nóminas no agrícolas, que es una medida de la fortaleza del mercado laboral del país y que la Reserva Federal tiene en cuenta a la hora de fijar los tipos de interés. Unos tipos más altos suelen lastrar la economía y eso puede reducir la demanda de petróleo.
También el viernes, la empresa de servicios energéticos Baker Hughes publicará su recuento semanal de plataformas petrolíferas y de gas, un indicador de la futura producción de crudo.
