Los prestatarios recaudaron 170.000 millones de euros (184.000 millones de dólares) en las dos primeras semanas de 2023 con las ventas de bonos en euros y libras esterlinas, según mostraron los datos de Refinitiv, la mayor cantidad vendida en este periodo registrada desde el año 2000.

Una fuerte caída de los precios del gas, las esperanzas de que la inflación esté tocando techo y de que la recesión pueda ser más leve de lo previsto han impulsado el sentimiento.

Los costes del endeudamiento, que registraron sus mayores subidas en 2022, han caído con fuerza en enero. El rendimiento de los bonos alemanes a 10 años ha bajado casi 40 puntos básicos, registrando la mayor caída mensual desde julio.

El rendimiento de los bonos corporativos con grado de inversión en euros ha bajado 30 puntos básicos y el coste de asegurar la exposición a la deuda por debajo del grado de inversión ha tocado el nivel más bajo desde abril.

"Esta enorme cantidad de endeudamiento que se está produciendo me indica que los mercados están en buena forma y que hay una demanda muy fuerte de renta fija", afirmó Chris Iggo, director de inversiones principales de AXA Investment Managers.

Detrás de este récord se encuentra un fuerte aumento de las ventas de deuda por parte de las instituciones financieras. Las cuantiosas ventas de deuda de prestamistas como Santander y Societe Generale impulsaron la emisión de 52.000 millones de euros en las dos primeras semanas del año, el doble que en 2022.

Los analistas señalaron que, a medida que los bancos venden deuda con más frecuencia para financiar sus balances, tienen más incentivos para aprovechar la caída de los rendimientos.

Las emisiones de las empresas cayeron un 33% hasta los 20.000 millones de euros, según mostraron los datos de Refinitiv.

Las empresas, que se endeudan con menos frecuencia, pueden verse desalentadas por unos costes de endeudamiento en el mercado más elevados en relación con lo que pagan por su deuda pendiente, según los analistas.

Los gobiernos y otros prestatarios del sector público captaron 69.000 millones de euros de deuda sindicada vendida directamente a inversores finales, justo por debajo del récord de 2020, según los datos de Refinitiv.

Portugal, Irlanda, Austria y Bélgica lanzaron sus operaciones antes que el año pasado.

"El mercado estaba extremadamente bien posicionado para recibir toda la oferta temprana de 2023", dijo Maric Post, director de la agencia de deuda belga, que vio una demanda casi récord para un bono a 10 años.

"Sabíamos que nuestro precio era bastante atractivo (para los inversores)", añadió Post, señalando que los rendimientos están en su punto más alto en años.

Los bonos gubernamentales han registrado entradas durante las últimas siete semanas, mientras que los bonos corporativos con grado de inversión vieron su mayor entrada desde julio de 2021 en la semana hasta el miércoles, según BofA, citando datos de EPFR.

"A pesar de este nivel récord de emisión, seguimos viendo un estrechamiento de los diferenciales. Eso es bastante inusual", dijo David Arnaud, gestor de fondos de Canada Life Asset Management.

(1 dólar = 0,9246 euros)