Para reforzar su capital reglamentario y cumplir los requisitos sobre su capacidad para soportar posibles pérdidas, los bancos suelen vender instrumentos híbridos que se sitúan entre la deuda y el capital, conocidos como bonos contingentemente convertibles (CoCo).

Los bonos CoCo se convierten automáticamente en capital o se cancelan si se produce un déficit de capital.

Entre los bonos CoCo se encuentran los de nivel 1 adicional (AT1), que son perpetuos y cuentan para el capital AT1 de los bancos. Según un acuerdo no escrito en el mercado, los inversores esperan que los bonos AT1 se amorticen en la fecha de la primera opción de compra.

Las dificultades en el sector bancario tras las quiebras de bancos en Estados Unidos y los problemas en Credit Suisse han secado la liquidez en el mercado de AT1, según los operadores, lo que ha disparado los rendimientos de los bonos con opción de compra en un futuro próximo.

El rendimiento de un bono perpetuo emitido por UniCredit con una opción de compra en junio y un cupón del 6,625% subió por encima del 30% el jueves y apenas varió en torno a ese nivel el viernes por la mañana, según mostraron los datos de Refinitiv.

Un bono AT1 con un cupón del 5,25% emitido por el Santander rendía más del 17% el viernes, al igual que un bono AT1 del BBVA con un cupón del 5,875%. Ambos bonos tienen una opción de compra en septiembre.

Tales rendimientos harían prohibitivo para los prestamistas acudir al mercado y son una señal más de tensión en un sector que ha perdido un 13% de valor en bolsa desde el jueves de la semana pasada.

"El salto en el rendimiento de UniCredit AT1 es un reflejo de los riesgos que surgen de que los bonos no sean rescatados. Sería muy difícil para los bancos acudir ahora al mercado y emitir deuda AT1", dijo Joost Beaumont, jefe de investigación bancaria de ABN Amro.

"El mercado les está diciendo que la agitación podría permanecer durante algún tiempo y que los riesgos de ampliación son mayores".

Los operadores afirmaron que la proximidad de la fecha para solicitar el bono amplificó el efecto sobre el rendimiento del movimiento del precio al contado, que a su vez se vio afectado por la falta de liquidez en el mercado.

Una fuente de alto nivel de una mesa de originación de bonos dijo que el movimiento del mercado no reflejaba la preocupación por la salud de los prestamistas, sino simplemente la posibilidad de que les resultara demasiado desventajoso -dados los precios actuales del mercado- reembolsar los bonos.

Los prestamistas necesitan el visto bueno de los supervisores para reembolsar dichos bonos porque, de hecho, se comen su capital regulador haciéndolo.

El Banco Santander se convirtió en 2019 en el primer prestamista europeo en no amortizar este tipo de deuda híbrida cuando optó por no rescatar un bono AT1 de 1.500 millones de euros.