BERLÍN/BRUSELAS, 6 mar (Reuters) - El ministro de Transportes alemán confía en que se resuelva el conflicto con la Unión Europea sobre la ley que pondrá fin a la venta de coches nuevos con emisiones de CO2 en 2035.

Tras meses de negociaciones, el Parlamento Europeo, la Comisión y los miembros de la UE acordaron el año pasado una ley que exige que todos los coches nuevos que se vendan en el bloque a partir de 2035 tengan cero emisiones de CO2, lo que imposibilita de hecho la venta de coches con motor de combustión a partir de esa fecha.

Pero en las últimas semanas, el apoyo alemán ha flaqueado, obligando a Bruselas a retrasar la votación final para aprobar la ley que estaba prevista para esta semana. A estas alturas del proceso legislativo, esa votación debería haber sido una formalidad, y un intento de reescribir una política de la UE tan tarde es muy poco habitual.

"Vamos por buen camino", declaró Volker Wissing al margen de una reunión del gabinete en Meseberg, cerca de Berlín.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, asistió el domingo a la reunión, en la que ella y el canciller alemán, Olaf Scholz, afirmaron mantener "conversaciones constructivas", sin dar más detalles.

El ministro de Transportes dijo el lunes que estaba de acuerdo con von der Leyen en que había que cumplir los objetivos climáticos de la UE, y que la cuestión era cómo integrar la apertura a la tecnología en la legislación.

Wissing quiere que el uso de combustibles sintéticos siga siendo posible después de la fecha límite de 2035 -lo que supondría un posible salvavidas para los coches con motor de combustión- y ha dicho que falta la propuesta prometida por la Comisión sobre cómo hacerlo realidad.

La normativa europea establece que la Comisión presentará una propuesta sobre cómo podrán venderse los vehículos que funcionen con combustibles neutros en emisiones de CO2 después de 2035, siempre que se cumplan los objetivos climáticos.

Pascal Canfin, presidente de la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo, declaró que no se le había pedido que reabriera las negociaciones sobre la ley.

En su opinión, hacerlo supondría arriesgarse a que otros acuerdos cuidadosamente negociados sobre políticas climáticas se rompieran en el último minuto.

"Eso acabaría con el Pacto Verde. Así que no, de ninguna manera", dijo Canfin, refiriéndose a los objetivos climáticos de la UE.

El transporte es responsable de casi una cuarta parte de las emisiones de la UE y ha contrarrestado la tendencia general del bloque al descenso de la producción de CO2 en las últimas décadas.

La UE aún no ha reprogramado la votación. La Comisión Europea y Suecia, que ejerce la presidencia rotatoria del bloque, están en conversaciones con los países para llegar a un acuerdo.

(Reporte de Andreas Rinke y Kate Abnett; Escrito por Miranda Murray; Editado en Español por Ricardo Figueroa)