El consejero delegado de Boeing, David Calhoun, abandonará el atribulado fabricante de aviones a finales de año, dejando una difícil tarea de reconversión a su sucesor aún por nombrar.

Calhoun -un veterano gestor de crisis- fue contratado en 2020 para sacar al fabricante de aviones de un revés de reputación tras los accidentes de 2018 y 2019 en los que murieron casi 350 personas y que provocaron la inmovilización en tierra de su avión 737 MAX más vendido.

Pero su mandato podría no unirse a la lista de sus exitosas etapas anteriores, entre ellas en Caterpillar, General Electric y la empresa de medios Nielsen, al marcharse cuando el icónico fabricante de aviones está luchando por resolver problemas de producción y preocupaciones de seguridad.

El reventón del panel en pleno vuelo del 5 de enero fue el más reciente de una serie de problemas de seguridad que han sacudido la confianza de la industria en Boeing y obstaculizado su capacidad de aumentar la producción para satisfacer la elevada demanda de aviones a reacción.

COMPETENCIA

Bajo la dirección de Calhoun, la empresa ha luchado por mantener el ritmo de su competidor Airbus.

Las acciones de Boeing han perdido un 43% de su valor desde que Calhoun asumió el máximo cargo el 13 de enero de 2020, con un rendimiento inferior al del índice de referencia S&P 500.

Su rival Airbus aumentó su capitalización bursátil en más de un 26% durante el mismo periodo.

Aunque ambos fabricantes de aviones han recibido pedidos extraordinarios de sus reactores a medida que las aerolíneas intentan satisfacer el auge de los viajes tras la pandemia, los problemas de producción y calidad de Boeing han frustrado a los clientes.

Airbus, por su parte, no ha dejado de aumentar su cuota de mercado de pasillo único con su familia de reactores A320 tras las múltiples crisis del MAX.

No obstante, ha habido algunos puntos brillantes.

Los ingresos del fabricante de aviones con sede en Arlington, Virginia, han superado a los de Airbus en los últimos cuatro años.

Airbus y Boeing registraron un flujo de caja negativo en 2020, ya que la pandemia del COVID-19 paralizó el sector tras las restricciones impuestas en todo el mundo que mermaron la demanda de viajes aéreos y, por tanto, de nuevos aviones.

Airbus experimentó un mejor comportamiento del flujo de caja en 2021 y 2022. Boeing obtuvo mejores resultados en el último año y en 2020.

Sin embargo, Boeing prevé quemar más efectivo del previsto en el trimestre actual, ya que el menor número de entregas, los menores volúmenes de producción de su división comercial y la presión sobre el capital circulante afectan a su flujo de caja libre.