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El vuelo 1182 se dirigía al aeropuerto de Toyama pero regresó al aeropuerto de Sapporo-New Chitose después de que se encontrara la grieta en la más externa de las cuatro capas de ventanas que rodean la cabina del piloto, dijo el portavoz, añadiendo que no se registraron heridos entre los 59 pasajeros y seis tripulantes.
El avión no era uno de los 737 MAX 9 de Boeing. Estos han estado en el punto de mira después de que un panel de la cabina se desprendiera de un nuevo avión de Alaska Airlines en pleno vuelo la semana pasada.
"La grieta no afectó al control ni a la presurización del vuelo", declaró el portavoz de ANA.
El regulador estadounidense de la aviación amplió el viernes la inmovilización indefinida de los aviones Boeing 737 MAX 9 para someterlos a nuevos controles de seguridad y anunció que reforzará la supervisión de la propia Boeing. (Reportaje de Kantaro Komiya Edición de Toby Chopra y Frances Kerry)
