El regulador contable británico impuso el jueves a KPMG una multa récord de 21 millones de libras (25,86 millones de dólares) por las auditorías de Carillion, la constructora que implosionó en 2018 y provocó una revisión a fondo de las normas de auditoría.

La quiebra de Carillion en enero de 2018, junto con la del minorista BHS dos años antes, dio lugar a tres revisiones, respaldadas por el Gobierno, de los mercados y las normas de auditoría.

"El número, el alcance y la gravedad de las deficiencias en las auditorías de Carillion durante el periodo previo a su quiebra fueron excepcionales y minaron esa credibilidad y la confianza pública en la auditoría", afirmó Elizabeth Barrett, consejera ejecutiva del Consejo de Información Financiera.

"Esto se refleja en la sanción financiera impuesta a KPMG LLP, la más alta jamás impuesta por el FRC".

La multa total, en dos partes que abarcan dos series de investigaciones en las auditorías de Carillion, habría sido de 30 millones de libras, pero se descontó debido a las admisiones y a la cooperación de la auditora.

Jon Holt, director ejecutivo y socio principal de KPMG en el Reino Unido, dijo que las conclusiones de la FRC eran condenatorias, y que la auditora ha cooperado plenamente con la investigación y acepta sus conclusiones y las sanciones.

"Lamento mucho que estos fallos hayan ocurrido en nuestra firma", dijo Holt.

"Tengo claro que nuestro trabajo de auditoría sobre Carillion fue muy malo, durante un largo periodo... Desde que se realizó este trabajo de auditoría, hemos hecho muchísimo para mejorar los controles y la supervisión en toda nuestra firma, para asegurarnos de que estos fallos no pudieran producirse hoy en día", dijo Holt.

Un informe parlamentario de 2018 afirmó que el colapso de Carillion puso de manifiesto la "falta de dientes" de la FRC. Una de las tres revisiones sobre la auditoría recomendó sustituir la FRC por un organismo de control más poderoso, aunque todavía no se ha presentado la legislación para hacerlo. (1 dólar = 0,8120 libras) (Reportaje de Huw Jones; Edición de Sharon Singleton)