El mercado de activos digitales ha padecido un sentimiento sombrío durante el último año, ya que los inversores rehuyeron los activos de riesgo en medio de la espiral de volatilidad de los mercados y la preocupación por una próxima recesión.

Pero el mayor golpe para el sector lo asestó la quiebra de FTX, la principal bolsa de criptomonedas de Sam Bankman-Fried, en noviembre. El colapso ha provocado desde entonces un duro escrutinio regulador mundial sobre las empresas que operan en el sector de las criptomonedas y alimentado las preocupaciones de un contagio que afecte a otras firmas.

La empresa registró unos ingresos netos de 605 millones de dólares en el trimestre, frente a los 2.490 millones de dólares del año anterior.

Coinbase registró una pérdida neta de 557 millones de dólares en los tres meses finalizados el 31 de diciembre, frente a un beneficio de 840 millones de dólares un año antes.