En 1988, la familia sudafricana Rupert separó sus activos en Sudáfrica, en la industria y el tabaco, de sus activos en el extranjero, principalmente marcas de lujo. Así nació el gran grupo suizo del lujo. Poco a poco, Richemont fue ampliando su huella mediante la adquisición de nuevas casas, hasta convertirse en uno de los grupos de lujo más reputados del mundo.
Los grupos franceses son los líderes de la industria del lujo con LVMH, Hermès y Kering. Sin embargo, Suiza no se queda atrás y Richemont es el principal representante helvético en relojería y joyería. En total, el grupo cuenta con 27 casas.
Entre ellas sólo hay tres joyerías, Buccellati, Cartier y Van Cleef & Arpels, pero son el motor de Richemont, ya que representan el 50% de las ventas. La relojería, segundo negocio del grupo, representa el 35% de los ingresos con las firmas Piaget, Vacheron Constantin, Jaeger Lecoultre, A. Lange & Söhne, Roger Dubuis, Panerai, IWC Schaffhausen y Baume & Mercier. El resto de las ventas lo completan marcas de moda y accesorios de alta gama como Mont Blanc, Chloé y Dunhill.
Richemont posee varias marcas muy antiguas, famosas por su saber hacer y su historia (fuente: Richemont )
Al igual que sus competidores franceses, Richemont es un grupo muy internacionalizado. Asia representa una gran parte de sus ingresos (40%, excluido Japón), seguida de América y Europa, que aportan cada una el 22%. Japón representa el 8% de la facturación, al igual que la región que incluye Oriente Medio y África.
En la actualidad, la empresa utiliza principalmente dos grandes canales de distribución. En primer lugar, la venta al por menor (venta directa al consumidor) representa el 68% de las ventas a través de una amplia red de 2.341 tiendas en todo el mundo (1.286 propias y el resto franquiciadas). En segundo lugar, la venta al por mayor a revendedores minoristas, principalmente grandes almacenes, aporta el 26% de los ingresos.
Actualmente, las ventas en línea sólo representan el 6% del volumen de negocio. No es por falta de voluntad, pero las cosas no han ido como estaba previsto. Richemont quiso acelerar invirtiendo en la empresa italiana YNAP y luego comprándola en 2018 por un precio de 3.600 millones de euros. Por desgracia, a pesar de los intentos de codesarrollo con pesos pesados, entre ellos Alibaba, la división nunca llegó a ganar dinero. Richemont ha decidido vender el control del negocio al líder del sector Farfetch en 2022, asumiendo una depreciación de 2.700 millones de euros en el proceso. No obstante, la empresa suiza seguirá siendo accionista minoritaria, lo que ilustra su compromiso de seguir activa en el comercio minorista en línea. Johann Rupert, hijo del fundador y presidente del consejo de administración, lo confirma: "Todo el mundo se centra en los costes de las compras en línea. Olvidan que gastamos unos mil millones de euros al año en arrendamientos o alquileres. Prefiero que un mayor porcentaje de las ventas se realicen en línea a tener arrendamientos fijos. Cuanto más vendamos online, menos necesitaremos tiendas en todas partes".
En cuanto a los resultados financieros, la empresa cerró el ejercicio 2023 (aplazado a finales de marzo) con una facturación cercana a los 20.000 millones de euros, estableciendo así un récord. El margen neto fue excepcionalmente bajo debido a un importante coste correctivo relacionado con la transacción de Farfetch. A pesar de ello, los márgenes no han mejorado e incluso han disminuido: mientras que entre 2014 y 2019 estuvieron muy por encima del 10%, el margen neto actual apenas intenta mantenerse por encima de la simbólica marca de los dos dígitos. Hay que tener en cuenta que desde 2020 también están muy por debajo de los del trío francés. Esto justifica una valoración inferior a la de LVMH y Hermès. En cuanto a Kering, la situación es particular ya que los inversores siguen esperando visibilidad sobre la vuelta a los resultados de Gucci, motor del grupo de la familia Pinault.
Esto, combinado con las preferencias de los inversores por los pesos pesados LVMH y Hermès, supuso que Richemont y Kering obtuvieran unos resultados significativamente inferiores, aunque se comportaron bien en relación con los índices.
Richemont cuenta con una notable cartera de marcas. La empresa necesita ahora volver a los niveles de rentabilidad que ha experimentado en el pasado para competir con los líderes. Sus ambiciones en el ámbito del comercio online son prometedoras y abren nuevas perspectivas para comercializar productos a menor coste que en las tiendas físicas.
La Compagnie Financière Richemont SA es un líder mundial en productos de lujo. Las ventas netas se desglosan por familias de productos de la siguiente manera - artículos de joyería (42,2%): las marcas Cartier (número 1 mundial en joyería), Van Cleef & Arpels y Giampiero Bodino; - relojes de lujo (31,1%): Piaget, A. Lange & Söhne, Jaeger-LeCoultre, Vacheron Constantin, Officine Panerai, IWC Schaffhausen, Baume & Mercier y Roger Dubuis; - otros (26,7%): principalmente bolígrafos, artículos de marroquinería fina y prendas de vestir de las siguientes marcas: Montblanc, Chloé, Old England, Purdey y Alfred Dunhill. Las ventas netas se desglosan por actividad entre la distribución minorista (57,6%), la distribución mayorista (23,7%) y la distribución en línea (18,7%). Las ventas netas se distribuyen geográficamente de la siguiente manera: Suiza (2,4%), Reino Unido (5,3%), Europa (15,6%), China (28,9%), Japón (6,3%), Asia (11,9%), Estados Unidos (19,9%), América (2,3%), Oriente Medio y África (7,4%).
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