Otros miembros del consejo de supervisión de la empresa -incluido el presidente Karl von Rohr, que forma parte del consejo de administración del Deutsche Bank- también han recibido amenazas por escrito, según un portavoz de DWS.

La policía de Fráncfort dijo que estaba investigando el asunto basándose en la sospecha de que se habían cometido delitos.

Woehrmann es un ciudadano alemán nacido en Sri Lanka.

La carta anónima recibida en diciembre era de una sola página con una gran cruz roja en el centro. Debajo de ella aparecía la frase "Tienes lo que te mereces" y un insulto racial.

Reuters revisó la carta. No pudo conocer el contenido específico de las cartas dirigidas a las otras personas, pero el DSM las describió como amenazantes.

DWS declinó especular sobre un motivo, pero las amenazas se produjeron en un momento en el que DWS ha estado bajo fuego en medio de las acusaciones de un ex empleado de que la empresa exageró cómo utilizaba los criterios de inversión sostenible para gestionar las inversiones.

DWS ha negado las acusaciones, que están siendo investigadas por la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos, así como por el regulador financiero alemán BaFin. DWS ganó esta semana una demanda por despido improcedente presentada por el empleado.

La noticia de las investigaciones en agosto golpeó el precio de las acciones de DWS, que no se ha recuperado hasta la fecha.

El portavoz de DWS dijo que después de que Woehrmann recibiera la carta en diciembre, la policía y los bomberos con trajes de protección acudieron a la sede de DWS en Fráncfort para investigar, y la sustancia blanca resultó ser polvo de hornear.

Woehrmann recibió una primera carta en noviembre. Decía: "Sepulturero del DSM ... Lo pagarás, la bomba está sonando ... Dimita por fin", según una copia revisada por Reuters.

Los bomberos de Fráncfort confirmaron que desplegaron un equipo de cuatro personas el 7 de diciembre en la sede de DWS para analizar una sustancia, pero no dieron más detalles.

La revista de negocios WirtschaftsWoche informó por primera vez de la existencia de las cartas, pero no de todos los elementos de su contenido, como el supuesto insulto racial.