El consejero delegado de Deutsche Boerse, Theodor Weimer, afirmó que no optará a otro mandato cuando finalice su contrato el próximo año, unos comentarios que sin duda fomentarán las especulaciones sobre un sucesor al frente de una de las empresas más valiosas de Alemania.

Weimer se incorporó al operador bursátil alemán en 2018, convirtiéndose en uno de los jefes corporativos mejor pagados del país y marcando el comienzo de un periodo de relativa calma tras años turbulentos.

El contrato de Weimer se extiende hasta finales del próximo año, pero el lunes por la noche dejó claro que no buscaría la renovación, señalando su edad -tendrá 65 años cuando termine su contrato- y la necesidad de que las empresas sigan siendo "ágiles".

"Otros necesitan un giro", declaró a los periodistas en Fráncfort.

"Las empresas siempre necesitan sangre fresca e ideas nuevas a través de candidatos internos o externos", afirmó.

Weimer ascendió a la cúspide de las finanzas alemanas después de que su predecesor dimitiera en medio de una investigación en curso sobre acusaciones de uso de información privilegiada.

Durante años había intentado y fracasado en su intento de fusionarse con la Bolsa de Londres para crear un titán mundial del sector.

Weimer, antiguo socio de Goldman Sachs, también buscó acuerdos durante su mandato, aunque la mayoría han sido más modestos.

A principios de este año, Deutsche Boerse anunció la adquisición de la empresa danesa de software de gestión de inversiones SimCorp por 3.900 millones de euros (4.260 millones de dólares). También compró Institutional Shareholder Services.

Algunos acuerdos no fructificaron, como una aproximación a Borsa Italiana.

Weimer dijo que las operaciones de mil millones de euros eran poco probables en los próximos 18 meses, ya que la empresa trata de reducir su deuda.

Deutsche Boerse vio aumentar sus beneficios un 24% el año pasado, ya que la volatilidad de los mercados financieros elevó los volúmenes de negociación y los ingresos.

Preguntado por su futuro, Weimer dijo que no tenía planes, pero que le atraería la tecnología, algo "un poco más internacional" y que no tuviera que implicar necesariamente a los consejos de supervisión.

(1 dólar = 0,9147 euros) (Información de Tom Sims; información adicional de Alexander Huebner; edición de Friederike Heine y Susan Fenton)